Entra en un taller acogedor de Kanazawa donde eliges tu metal y aprendes la técnica tradicional de martillado Tankin con un artesano local. Dale forma y textura a tu anillo único, sin experiencia previa, y llévate tu creación a casa justo después de pulirla. Es una experiencia práctica, personal y divertida que te deja mucho más que un simple recuerdo.
Casi me pierdo el taller — está escondido en una callecita donde el aire huele a metal y lluvia, muy cerca de la estación de Kanazawa. Pensé que llegaba tarde (Google Maps me hizo dar vueltas), pero la mujer en la puerta solo sonrió y me invitó a entrar. Tenía las manos frías por el frío, así que cuando me dio los primeros anillos para tocar, los agarré un poco torpemente — pesan más de lo que uno imagina. Se presentó como Emi y su inglés era mucho mejor que mi japonés. Me preguntó si quería plata o oro, y por alguna razón esa decisión me pareció más importante de lo que esperaba.
La palabra clave aquí es experiencia privada para hacer anillos en Kanazawa — y eso es justo lo que es, aunque no se siente nada formal. Emi me enseñó a sujetar el martillo al estilo Tankin, dejándome probar diferentes texturas primero en un pedazo de metal de prueba (al principio le di muy fuerte; ella se rió y dijo “¡suave, como una gota de lluvia!”). Hay algo muy satisfactorio en el sonido del metal golpeando metal en una sala tranquila. La mesa estaba llena de pequeñas herramientas y trapos, y en el aire flotaba un leve olor a pulimento — no molesto, más bien un poco intenso. En un momento me manché el pulgar con un residuo negro y Emi me pasó un pañuelo sin decir nada, solo con una pequeña sonrisa.
Todo duró cerca de una hora, pero el tiempo se volvió raro — me perdía eligiendo patrones y tratando de que la forma del anillo quedara pareja. Emi me tomó algunas fotos (insistió en una con mi “cara seria” mientras martillaba), y ahora me alegro aunque en ese momento me sentí un poco ridículo. Cuando al final pulió mi anillo terminado, no se parecía en nada a lo que esperaba — menos perfecto tal vez, pero de alguna forma mucho más mío. Salir a la lluvia ligera con mi anillo calentito en la palma… todavía recuerdo esa sensación a veces.
El taller dura aproximadamente 1 hora de principio a fin.
Sí, puedes llevarte tu anillo terminado justo al terminar el taller.
Sí, es apta para todos los niveles y los principiantes son bienvenidos.
Sí, el lugar tiene acceso para sillas de ruedas y se pueden llevar cochecitos para bebés.
Sí, los animales de servicio pueden entrar durante la sesión.
Tu reserva incluye todas las tarifas del taller, materiales para tu anillo personalizado, guía experta en inglés o japonés, uso de herramientas profesionales para martillado Tankin, fotos si las deseas, y te llevas tu anillo terminado sin cargos extra ni esperas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?