Bajas del avión en Haneda y ves tu nombre al instante — sin líos ni estrés. El traslado privado incluye ayuda con el equipaje, un coche limpio (con gel desinfectante) y un viaje tranquilo directo a tu hotel en Tokio. Es sencillo, silencioso y te permite disfrutar tus primeras vistas de la ciudad sin preocupaciones.
Lo primero que noté al salir del aeropuerto de Haneda fue un murmullo tranquilo — no era silencio total, pero sí más suave de lo que esperaba para un lugar tan grande. Mi nombre aparecía en un cartel pequeño, y el conductor me saludó con un leve gesto, casi tímido. Yo aún estaba medio perdido en ese estado de aturdimiento post vuelo, pero él sonrió y me indicó la salida. Fue una sensación extraña pero reconfortante, como si ya supiera lo que necesitaba antes de que lo pidiera.
Me preocupaba tener que arrastrar la maleta entre la multitud o lidiar con los billetes del tren (el jet lag afecta mucho), pero la verdad es que fue muy sencillo. El coche olía ligeramente a cítricos — ¿será el desinfectante que usan? — y todo estaba impecable. Incluso había gel desinfectante en el asiento, lo que me hizo sonreír porque mis manos ya estaban ásperas por el jabón del aeropuerto. El conductor mantuvo la distancia, pero me ayudó con la maleta y preguntó si quería música o silencio (opté por silencio). También siguió el estado de mi vuelo — al parecer había estado esperando aunque llegamos tarde.
Tokio pasaba a nuestro lado: luces de neón parpadeando incluso de día, gente moviéndose rápido pero sin chocarse. Nuestro guía no hablaba mucho a menos que yo preguntara (probé mi japonés; él sonrió con educación). El trayecto fue suave — sin frenazos ni giros bruscos — y antes de darme cuenta ya estábamos llegando a mi hotel en Shibuya. Él salió primero para coger mi maleta y se despidió con una pequeña reverencia. Nada exagerado, solo… respeto. Eso fue lo que más me quedó grabado.
Tu conductor te esperará en la zona de llegadas con un cartel con tu nombre.
Sí, hay opciones de transporte adaptadas para sillas de ruedas.
Tu conductor seguirá el estado de tu vuelo y esperará hasta 90 minutos después de la llegada sin coste extra.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto o en sillas especiales para bebés si se solicitan.
El vehículo puede llevar hasta 9 personas, según la opción que elijas.
Cada pasajero puede llevar una maleta y un equipaje de mano; los objetos grandes pueden tener limitaciones—consulta antes si tienes dudas.
Tu viaje incluye recogida en llegadas de Haneda con un cartel personalizado, ayuda con el equipaje manteniendo distancia respetuosa, uso de un vehículo privado con aire acondicionado y limpieza previa (con gel desinfectante), y traslado directo a cualquier hotel dentro de las 23 zonas de Tokio. Todos los impuestos y tasas están incluidos para que solo te relajes y disfrutes el paisaje urbano.
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