Podrás conocer geishas reales en Kioto, conversar mientras tomas algo y hacer fotos juntos, todo en un ambiente relajado y auténtico dentro de una casa de té tradicional.
Lo primero que noté fue el suave tintinear de las copas y el leve aroma de las esteras tatami al entrar en la casa de té. Está escondida en una calle estrecha, fácil de pasar por alto si no la buscas. Nuestra guía, Yuki, nos saludó con una ligera reverencia y nos llevó adentro, donde dos jóvenes geishas ya nos esperaban, vestidas con kimonos coloridos y el cabello perfectamente peinado. El lugar tenía un aire antiguo pero a la vez relajado, nada rígido como esperaba.
Nos sentamos alrededor de una mesa baja, con el menú de bebidas en mano: muchas opciones de sake, pero también cerveza e incluso vino de ciruela para quienes prefieren algo dulce. Las bebidas no estaban incluidas, pero la verdad es que los precios eran bastante razonables. Las geishas charlaron con nosotros sobre todo, desde su entrenamiento hasta la música que les gusta (una confesó que escucha J-pop en sus días libres). Alguien preguntó por su rutina de maquillaje y se rieron, mostrándonos los pinceles que usan. Las fotos estaban totalmente permitidas, solo hay que pedir permiso antes. Si terminas siendo el único invitado esa noche, existe la opción de cambiar la reserva para compartir la experiencia con más gente.
No, las bebidas no están incluidas, pero hay una buena variedad a distintos precios. Puedes elegir lo que prefieras una vez allí.
Sí, está permitido tomar fotos, solo pide permiso amablemente antes de sacar la cámara.
Si eres el único invitado esa noche, puedes cambiar tu reserva a otra fecha con más personas o cancelar si lo prefieres.
Tu noche incluye conocer geishas auténticas en una casa de té tradicional, tiempo para charlar y hacer preguntas, además de oportunidades para fotos juntos. Las bebidas son extra pero accesibles.
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