Refrescarás tus sentidos bajo las cascadas de YS Falls, verás cocodrilos en el Black River Safari con un guía local, y navegarás hasta Floyd’s Pelican Bar para disfrutar pescado fresco y bebidas al atardecer sobre el mar. Un día lleno de risas, sorpresas y momentos auténticos que recordarás mucho después de salir de Montego Bay.
Para ser sincero, casi perdemos el jitney en YS Falls porque estaba demasiado ocupado intentando comprar un coco a un tipo llamado Devon (me llamó “jefa” y me guiñó un ojo). El paseo en tractor hasta las cascadas fue movido, de esos que te hacen reír si no tienes café en la mano. Cuando finalmente llegamos, el sonido del agua cayendo por esas siete caídas lo llenó todo. Metí los pies primero — el agua estaba tan fría que te hace jadear, pero luego se siente increíble, sobre todo con el calor que hacía. Había niños saltando de las rocas haciendo bombazos, y nuestra guía, Marsha, nos señaló unos pajaritos amarillos muy pequeños anidando justo encima. Dijo su nombre en patois, pero la verdad ya no lo recuerdo.
El camino hacia Black River se me hizo más largo de lo que esperaba (¿una hora? Perdí la cuenta), pero el paisaje no paraba de cambiar — campos de caña de azúcar, cabras por todos lados, gente saludando al pasar. El bote para el Black River Safari nos esperaba; el capitán Errol hablaba despacio, con un tono que te hacía querer escucharlo. Navegamos entre manglares con raíces enredadas que parecían dedos metidos en agua verde. Vimos dos cocodrilos tomando el sol — uno nos parpadeó y Errol sonrió como si fuera su perro. Había garzas por todas partes, y en un momento un pescador pasó remando en una canoa tan estrecha que pensé que se iba a volcar. Pero no pasó.
Llegar a Floyd’s Pelican Bar es toda una aventura — nos subieron a un bote de pesca que parecía haber visto mejores días (la pintura azul se estaba cayendo a pedazos). El viaje fue con viento salado y salpicaduras en la cara, que para nada me molestaron. El bar es solo unas tablas y madera flotante sobre pilotes en medio de la nada; los pelícanos de verdad andan por ahí, lo que se siente surrealista hasta que te das cuenta que todos están descalzos y tomando Red Stripe como si fuera su sala. Pedimos pescado frito que sabía a mar (seguro lo era), y alguien puso reggae en un altavoz viejo mientras el sol se escondía tras las nubes. Aún recuerdo esa luz — dorada sobre el agua, todo suave por un momento antes de regresar.
El tour completo dura casi todo el día, incluyendo los traslados entre paradas y el regreso a Montego Bay.
No, las entradas no están incluidas; solo el transporte privado está cubierto.
No incluye almuerzo, pero hay lugares para comprar comida en YS Falls y en Floyd’s Pelican Bar.
Se llega en bote de pesca desde cerca de Treasure Beach o Black River; el viaje dura unos 15–20 minutos.
Podrás ver cocodrilos americanos, garzas, aves exóticas y pescadores locales a lo largo del río.
Sí, el transporte privado incluye recogida en hoteles de Montego Bay o lugares cercanos.
Sí, se pueden solicitar asientos especiales para bebés para mayor comodidad y seguridad.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado y combustible cubierto por tu guía local, además de recogida flexible desde Montego Bay o hoteles cercanos, con regreso seguro al final del día. No incluye entradas ni comidas, pero hay muchas opciones para comprar comida durante el recorrido.
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