Pisarás las piedras antiguas de Verona, escucharás historias de la mano de un guía local mientras exploras la Casa de Julieta y la Arena Romana, y luego te relajarás junto al Lago de Garda en las coloridas calles de Sirmione. Tendrás tiempo para un helado o almuerzo por tu cuenta antes de pasear por castillos a la orilla del lago — y seguro te llevarás el recuerdo de esa brisa con aroma a olivo mucho después de volver a casa.
Salimos de Milán temprano, apenas terminé mi café cuando nuestra guía, Lucía, empezó a contarnos sobre Verona. Tenía esa habilidad de mezclar historia con pequeñas anécdotas, como la de la heladería favorita de su abuela (que luego pasaríamos). El autobús estuvo en silencio un rato, solo el ruido de la carretera y alguien desempaquetando un croissant detrás de mí. Cuando finalmente pisamos las viejas piedras de Verona, el aire se sentía distinto: más fresco, casi dulce, como si la lluvia nos hubiera rozado sin mojar.
Al recorrer las calles estrechas, Lucía señalaba detalles que nunca habría notado: frescos descoloridos sobre las puertas, una panadería donde ya hacían cola los locales para comprar pan. En el Teatro Romano, nos dejó tocar la piedra — lisa pero aún cálida por el sol. Intenté imaginar las óperas resonando entre esos muros. Caminamos hasta la Casa de Julieta; la verdad, había más gente de la que esperaba, pero era divertido ver a todos estirando el cuello para hacerse una foto bajo ese pequeño balcón. Traté de decir “Giulietta” como Lucía, pero seguro lo arruiné — ella se rió igual.
La Piazza Brà estaba llena de vida al mediodía. Lucía nos dio consejos para comer (su recomendación: tortellini en un lugar escondido detrás de la arena), pero yo me fui directo por un helado — pistacho tan cremoso que me dejó los dedos pegajosos. Después nos dirigimos hacia el Lago de Garda. Sirmione parecía de otro mundo: agua azul por todas partes y olivos que casi tocaban las viejas murallas. El castillo tiene un foso que huele a algas y protector solar; los niños lanzaban piedritas mientras sus padres tomaban un espresso cerca. Todo se sentía tan tranquilo, como si el tiempo se hubiera detenido para que pudiéramos disfrutar cada color de esas calles medievales.
La excursión es de día completo, sale desde Milán e incluye visitas guiadas en Verona y Lago de Garda.
Sí, hay un tour a pie de 2 horas con guía profesional en Verona.
El tour incluye visitas guiadas pero no especifica las entradas; consulta con el proveedor si tienes dudas.
El tour incluye transporte en vehículo con aire acondicionado, pero no menciona recogida en hotel.
Sí, bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o en brazos de un adulto si es necesario.
Sí, se permiten animales de servicio en esta excursión.
Sí, visitarás la Casa de Julieta y verás el famoso balcón durante el tour a pie.
Tu guía te dará recomendaciones para comer o tomar un helado en la Piazza Brà de Verona.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Milán en vehículo con aire acondicionado, un tour a pie de dos horas por la Verona histórica con un guía profesional que comparte detalles locales, y mucho tiempo libre para explorar Sirmione en el Lago de Garda antes de regresar por la tarde.
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