Recorre el Palacio Ducal de Venecia con un guía local, entrando en archivos secretos y la celda de Casanova antes de pasear por salones pintados por Veronese. Cruza el Puente de los Suspiros y escucha historias que resuenan en muros centenarios. Esta visita te dejará con más preguntas que respuestas — y en el mejor sentido.
Todo comenzó con Marco, nuestro guía, que nos recibió justo frente al Palazzo Ducale con una media sonrisa que me inspiró confianza al instante. Nos preguntó si alguna vez habíamos intentado pronunciar “Doge” en dialecto veneciano (yo no), y cuando lo intenté, se rió tanto que casi se le cae la carpeta. La plaza ya estaba llena de gente, pero al colarnos por una puerta lateral (un guardia le hizo un gesto a Marco como si fueran viejos amigos), todo se volvió silencioso y con un eco especial. Se olía la madera antigua y un leve aroma metálico mientras subíamos por unas escaleras estrechas que crujían bajo nuestros pies.
No esperaba ver la celda de Casanova ni sentir lo cerca que parecía el techo. Marco nos contó la historia de su fuga, moviéndose con tanto entusiasmo que casi choca con una viga. Fue emocionante; casi podías escuchar el roce de botas sobre piedra de hace siglos. Una corriente entraba por una rendija, trayendo olor a agua del canal y quizás algo más — ¿polvo? Pasamos junto a viejos libros en los archivos, donde Marco susurraba secretos de Venecia (seguro me perdí la mitad porque no podía apartar la mirada de la tinta desvaída).
Los salones principales parecían enormes después de esos pasadizos — todo dorados y cuadros de Veronese que brillaban incluso en un día nublado. Al cruzar el Puente de los Suspiros, traté de imaginar qué pensarían los presos al ver ese último pedazo de cielo. Alguien detrás de mí guardó silencio por un momento también, así que quizás no estaba solo en ese sentimiento. Terminamos afuera, parpadeando bajo el sol, un poco aturdidos. Sigo pensando en esas salas secretas, la verdad.
Sí, las entradas sin colas están incluidas para el Palacio Ducal.
No, los niños menores de 6 años no pueden acceder a las zonas secretas del recorrido.
El tour requiere un nivel moderado de condición física; hay escaleras y periodos de pie prolongados.
No, por las escaleras y pasajes estrechos no es adecuado para personas con movilidad limitada o en silla de ruedas.
Visitarás archivos secretos, salas de consejo, la celda de Casanova, salones de audiencia, salones de baile con arte de Veronese y Tintoretto, apartamentos privados y cruzarás el Puente de los Suspiros.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del Palacio Ducal.
Si la marea alta impide el acceso a ciertas zonas, se harán ajustes sin reembolso.
Tu día incluye entradas sin colas al Palacio Ducal, acceso guiado a pasadizos secretos normalmente cerrados al público (como la celda de Casanova), grupos pequeños para explorar mejor, y todas las historias contadas por un experto guía veneciano antes de volver a la Plaza de San Marcos.
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