Recorre las colinas sicilianas desde Messina hasta Castelmola para probar vino de almendra en un café local antes de bajar al animado Corso Umberto de Taormina. Disfruta charlas reales con tu guía, paseos por plazas históricas y vistas inesperadas del Etna que te acompañarán mucho después.
Sentí una mezcla extraña de emoción y tranquilidad mientras el autobús subía hacia Castelmola desde Messina. Quizás era el cambio en el aire, más fresco y con ese leve aroma mineral típico de los pueblos en la montaña. Nuestra guía, Carmela, señalaba detalles que yo nunca habría notado: terrazas de piedra escondidas en la ladera, ropa tendida ondeando como banderas. Cuando finalmente llegamos a la plaza principal de Castelmola, me quedé quieto un momento. El monte Etna estaba ahí, enorme pero tranquilo en la distancia. Alguien reía tomando café cerca, y el lugar tenía esa sensación de estar dormido pero vivo, difícil de explicar.
Entramos en una cafetería diminuta (creo que Carmela conocía a todos), y ella insistió en que probáramos el vino de almendra. Tenía un sabor más dulce de lo que esperaba, casi como un jarabe, y dejaba un calorcito en la garganta. Intenté decir “gracias” con un toque de acento siciliano; uno de los señores detrás del mostrador sonrió y me corrigió con cariño. Hay algo especial en sentarte en un lugar así, rodeado de locales charlando y sin entender cada palabra, que te hace sentir a la vez fuera de lugar y totalmente bienvenido.
El camino hacia Taormina fue una sucesión de curvas con destellos del mar azul entre los árboles. Al llegar a Corso Umberto, todo se volvió más animado: los comerciantes llamando, campanas de iglesia a la izquierda, turistas haciendo fotos en la Piazza IX Aprile (yo también, no pude evitarlo). El Duomo parecía casi una fortaleza; Carmela nos contó que está construido sobre ruinas medievales. Lo que más me gustó fue ver a un artista dibujando retratos en la plaza mientras la gente tomaba un espresso cerca; parecía que el tiempo se detenía por un instante.
De vez en cuando sigo recordando esa vista desde Castelmola, cómo el Etna se recorta en el horizonte, y lo dulce que fue ese primer sorbo de vino de almendra después de tantas curvas. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por los rincones más tranquilos de Sicilia (y no te importa subir colinas), esta excursión desde Messina vale la pena por esos pequeños momentos únicos.
Es una excursión de día completo que sale de Messina con paradas en Castelmola y Taormina antes de regresar.
Sí, se para en cafés locales de Castelmola donde puedes probar el tradicional vino dulce de almendra.
No se incluyen entradas ni comida; solo transporte y guía están incluidos.
Recorrerás Corso Umberto I, Piazza IX Aprile, la Catedral de Taormina (Duomo), la iglesia de Santa Caterina y otros sitios históricos.
La excursión incluye recogida coordinada con la llegada de cruceros a Messina; consulta detalles al reservar.
Sí; hay asientos para bebés y los niños deben ir acompañados por un adulto. No se incluye comida para bebés.
Un guía profesional ofrece comentarios en vivo durante todo el día; el tour puede ser multilingüe según los participantes.
Se recomienda tener buena condición física media, ya que ambos pueblos tienen calles con cuestas y se camina bastante.
Tu día incluye transporte en autobús con aire acondicionado desde Messina con recogida según llegada de cruceros, comentarios en vivo de un guía profesional durante las paradas en Castelmola y Taormina, incluida la cata de vino de almendra en un café local, y regreso juntos al final del día.
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