Recorre la costa escarpada de Santa Maria di Leuca en barco con un patrón local, explorando cuevas del mar Jónico y Adriático. Nada en aguas cristalinas, prueba tarallini, disfruta vino local y escucha historias de estos acantilados milenarios. Aire salado, risas y sombras de cuevas que no olvidarás.
Subí al barco en Santa Maria di Leuca aún medio dormida por el madrugón, pero la brisa del mar me despertó al instante. Nuestro patrón, Marco, tenía esa sonrisa relajada típica del Salento y empezó a charlar de inmediato (entendí la mitad, pero sus gestos lo decían todo). Salimos bordeando la costa, con el sol reflejándose en los acantilados de piedra caliza. Se olía la sal, el protector solar y algo herbal — ¿quizás hinojo silvestre? Las cuevas parecían talladas por una mano gigante, con sombras irregulares y agua azul fresquita en su interior.
Paramos a nadar cerca de una de las cuevas jónicas — el agua tan clara que veía mis propios pies moviéndose bajo mí. No soy muy valiente para tirarme al agua, pero todos ya reían dentro, así que me lancé. Al principio estaba fría, pero luego perfecta. Marco nos ofreció tarallini y sirvió copitas de vino blanco local (frío, con un toque salado — o quizá era mi boca). Nos contó historias de cómo los pescadores se refugiaban aquí cuando llegaban tormentas desde el Adriático. Intenté repetir el nombre de una cueva; él sonrió y negó con la cabeza. Mi acento es un desastre.
Navegamos pasando más cuevas en ambas costas — Jónica y Adriática — cada una con formas curiosas y rincones secretos. A veces bajábamos la velocidad para que Marco señalara una roca que parecía un elefante o un corazón (entrecerraba los ojos y a veces lo veía). Había familias con niños pequeños envueltos en toallas, parejas mayores agarradas de la mano, incluso un perro con un chaleco salvavidas diminuto. El sol cambiaba sobre el agua y por un momento parecía que estábamos en ningún lugar o en cualquier parte. Aún recuerdo esa vista desde la boca de la cueva hacia Leuca — la luz desbordándose por todas partes.
El tour dura unas 3 horas recorriendo ambas costas, Jónica y Adriática.
Sí, hay varias paradas para nadar durante la excursión.
Sí, se sirve vino local a bordo junto con aperitivos como tarallini.
Sí, los bebés pueden participar; los niños pequeños pueden ir en carrito si es necesario.
Sí, visitarás cuevas en ambas costas durante el recorrido.
Un patrón profesional te acompaña durante toda la experiencia.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de salida.
Tu día incluye un tour guiado en barco de 3 horas con combustible cubierto; varias paradas para nadar; vino local fresco; agua fría; crujientes tarallini para picar; y la ayuda amable de tu patrón profesional en todo momento.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?