Recorre lo más emblemático de Roma en coche privado con un guía local: fotos en el Coliseo, lanzar monedas en la Fontana di Trevi, parar a tomar gelato junto al Panteón. Historias personales, risas y tiempo para disfrutar sin prisas. Un día completo que te hará sentir que has tocado Roma de verdad, y te dejará con ganas de más.
Nos subimos al coche de Alessandro justo frente a nuestro hotel — nos saludó como si nos conociera de antes, y eso nos dio una sensación muy cómoda. La ciudad ya vibraba mientras nos acercábamos al Coliseo, con la luz del sol colándose por callejones estrechos. Sentí el aroma del espresso saliendo de un bar mientras Alessandro señalaba los arcos del Coliseo y nos contaba sobre los gladiadores (pensé que no me interesaría, pero sus relatos lo hicieron muy real). Bajamos para hacer fotos — el mármol estaba fresco al tacto.
El día recorriendo Roma de un lugar a otro fue un torbellino de colores y sonidos. En la Fontana di Trevi, las monedas caían al agua mientras los turistas buscaban la selfie perfecta (yo fracasé estrepitosamente). Alessandro sabía exactamente dónde pararse para la mejor vista — incluso nos tomó una foto. Más tarde, en la Piazza Navona, los artistas callejeros montaban sus puestos; alguien tocaba el acordeón cerca. Probé un gelato junto al Panteón (pistacho, nada empalagoso), y la verdad, todavía lo recuerdo.
No fue solo información — Alessandro compartió detalles pequeños: cómo gesticulan los romanos al hablar (¡tantos movimientos con las manos!), dónde compran el pan los locales, por qué la gente sigue tirando monedas en Trevi aunque no crean en deseos. Bromeó sobre mi pronunciación en italiano (“¡Pareces napolitano!”), lo que nos hizo reír a todos. Nunca tuvimos prisa; siempre había tiempo para preguntas o simplemente para quedarnos mirando en silencio alguna pared antigua, imaginando emperadores paseando por ahí. El tour terminó en la Plaza de San Pedro con el sol iluminando los adoquines — no quería irme aún.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas y todas las zonas son aptas para cualquier nivel físico.
No se necesitan entradas; se visitan los puntos más importantes desde el exterior con paradas para explicaciones y fotos.
El tour cubre 12 puntos clave en unas 7 horas.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito y hay asientos especiales para ellos.
Se utiliza un Mercedes con aire acondicionado para mayor comodidad durante todo el día.
No incluye comida, pero hay paradas donde puedes comprar comida o gelato.
Sí, tu conductor-guía habla inglés con fluidez y comparte datos locales en cada parada.
Sí, la recogida en tu alojamiento está incluida en el tour por Roma.
Tu experiencia incluye transporte privado en un Mercedes con aire acondicionado y agua embotellada durante todo el día. Recogida y regreso al hotel, gastos de aparcamiento cubiertos por el guía para que no te preocupes por nada, y muchas paradas para explicaciones, fotos o simplemente disfrutar de cada rincón romano antes de volver cómodamente.
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