Recorre Roma en una e-bike Cannondale por sus calles legendarias, visita de cerca la Fontana di Trevi, el Panteón y más, disfruta un almuerzo con vino en una trattoria auténtica y ríe con tu guía local. Prepárate para una experiencia sensorial inolvidable que te quedará grabada.
No esperaba sentir la ciudad tan viva desde el asiento de una bici. La e-bike Cannondale me dio más confianza en el tráfico de lo habitual, pero nuestro guía, Paolo, nos hacía señas como si nada. Empezamos cerca del Coliseo y pasamos junto a ruinas que parecían haber caído ahí por casualidad (aquí están por todos lados). El aire olía a café y a humo, y una radio sonaba pop italiano antiguo mientras cruzábamos hacia Piazza Venezia. Paolo señaló la Columna de Trajano — confieso que solo medio escuché porque me distrajo una pareja discutiendo sobre sabores de helado cerca. Así es Roma.
La Fontana di Trevi suena más fuerte de lo que imaginas — el agua cayendo y la gente lanzando monedas (Paolo dijo que hay que usar la mano derecha por encima del hombro izquierdo; creo que lo hice al revés). La Plaza de España estaba llena, pero desde la bici no resultaba agobiante. Pasamos rápido por Piazza del Popolo y subimos a unos jardines donde el aire se refrescaba bajo los pinos. En la colina Pinciana hubo un momento en que la ciudad se abrió ante nosotros — el sol reflejándose en cúpulas y tendederos. Sinceramente, a veces recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en el tráfico en casa.
El almuerzo fue en una pequeña trattoria en Trastevere. Nada lujoso, pero el cacio e pepe sabía mejor que nunca después de tanto pedalear (el vino ayudó también). Alguien intentó explicarme el dialecto romano — Li se rió cuando traté de decir “grazie mille” con el acento correcto. Luego seguimos hacia la Plaza de San Pedro y callejuelas donde los vecinos asomaban la cabeza para vernos tambalear. Cuando llegamos a Piazza del Campidoglio para la última vista del Foro, mis piernas ya estaban cansadas, pero ¿sabes qué? La e-bike lo hizo tan fácil que podría haber seguido. O tal vez era el efecto del espresso.
El recorrido es de unos 24 km (15 millas) durante todo el día.
Sí, incluye almuerzo en una trattoria italiana con vino.
Verás la Fontana di Trevi, Panteón, Piazza Navona, Trastevere, Plaza de San Pedro y más.
Sí, el casco es obligatorio y se entrega sin coste.
Sí, hay opciones para bebés (asientos infantiles), niños pequeños (bicis con ruedines) y mayores con su propia bici.
La ruta está diseñada para evitar o limitar el tráfico, haciendo el paseo tranquilo y seguro.
Se usan bicicletas eléctricas Cannondale con neumáticos antipinchazos.
No, el punto de encuentro es en una ubicación céntrica de Roma.
Tu día incluye una e-bike Cannondale de alta gama con casco y bolsa para manillar, agua en botella biodegradable para mantenerte hidratado, guía local profesional que conoce cada atajo y historia de Roma, además de almuerzo en una trattoria italiana con vino y espresso antes de volver a pedalear por esas calles milenarias.
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