Te pondrás la ropa romana en la antigua Vía Apia y aprenderás técnicas de espada con instructores expertos. Podrás participar en un torneo amistoso (o simplemente mirar), recorrerás artefactos originales en el museo y te llevarás un certificado de gladiador — además de una historia increíble para contar en casa.
¿Conoces esa mezcla rara de nervios y emoción cuando te pones un disfraz por primera vez? Así empezó todo en la Escuela de Gladiadores de Roma, justo al lado de la antigua Vía Apia. La túnica picaba más de lo que esperaba y el cinturón no paraba de caerse (al parecer no tengo cuerpo romano). Nuestro instructor — Marco, con una risa que llenaba el aire — me entregó un rudis de madera y nos enseñó cómo colocarnos. Dijo algo sobre “despertar al romano que llevas dentro”, y mi hijo sonrió como si hubiera encontrado un tesoro escondido.
El sol ya pegaba fuerte aunque aún no era mediodía, y se olía el césped recién cortado cerca. Practicamos movimientos básicos — bloquear, atacar, retroceder — mientras Marco corregía nuestra postura (“¡No, no, así!”). Mi hija intentaba verse feroz pero no podía parar de reír cada vez que el casco se le caía sobre los ojos. Había otras familias también; un padre se metió tanto en el papel que casi se tropieza con sus propias sandalias. No esperaba sudar tanto solo por mover un palo.
Cuando dominamos lo básico, organizaron un mini torneo para quien quisiera participar. Dudé, pero al final me animé (la presión de los niños). La gente en la grada animaba más de lo que imaginé — hasta desconocidos apoyándose entre sí. Perdí mi combate en menos de diez segundos, pero igual me dieron un certificado que dice “Gladiador Romano”. Ahora está pegado en nuestra nevera. Antes de irnos, paseamos por el pequeño museo al lado; algunos cascos antiguos parecían tan pesados que te podrían romper el cuello.
Sigo pensando en las últimas palabras de Marco: “Los gladiadores nunca se rinden.” Puede sonar cursi, pero después de dos horas fingiendo ser alguien más valiente que yo, esa frase se me quedó grabada más de lo que esperaba.
La edad mínima para participar es de 6 años.
Está cerca del Coliseo, en la histórica Vía Apia de Roma.
La clase dura aproximadamente 2 horas.
Sí, amigos y familiares pueden ver desde la grada sin pagar si no participan en la clase.
Usarás una túnica tradicional, cinturón, guantes de cuero y una espada de entrenamiento de madera llamada rudis.
Sí, las opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, las bebidas están incluidas durante toda la experiencia.
Sí, puedes participar en un torneo opcional con premio para el ganador.
Tu día incluye todo el equipo de gladiador y armas durante la clase en la Vía Apia de Roma, instrucción por miembros del Grupo Histórico de Roma, entrada al Museo de la Escuela de Gladiadores para ver artefactos originales de cerca, además de bebidas durante las dos horas de la clase y tu certificado de logro al finalizar.
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