Amasarás pizza con locales cerca de Piazza Navona, brindarás con prosecco mientras aprendes secretos de chefs romanos, prepararás tu propia pizza clásica y la compartirás con vino o cerveza en Osteria Pasquino. Incluye bruschetta de entrada y café o limoncello para cerrar. Un plan cálido, divertido—y seguro te reirás de tu italiano.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido: platos tintineando y alguien tarareando detrás de la barra en Osteria Pasquino, justo a un paso de Piazza Navona. Había pasado por esa esquina antes, pero nunca imaginé que terminaría estirando masa allí. Nuestro chef, Marco, nos recibió con una sonrisa y una copa de prosecco (casi la derramo al estrecharle la mano—clásico). El lugar olía a harina y tomate, con un toque ahumado que venía del horno. Se sentía animado pero sin prisas, como si todos tuvieran tiempo para contar una historia más.
Había hecho pizza en casa, pero esto era otra cosa. Marco nos enseñó a estirar la masa sin romperla (yo la rompí al principio, él solo se rió y la arregló). La harina se me quedó pegada en las manos un buen rato. Elegimos los ingredientes: yo me fui por la clásica margherita, aunque alguien a mi lado cargó la suya con champiñones y prosciutto. También hubo bruschetta; con ajo y un poco desordenada, pero deliciosa. La clase de pizza en Roma no era solo técnica, era como descubrir un secreto familiar.
Después nos sentamos juntos en largas mesas junto a la ventana. Mi pizza estaba un poco torcida, pero sabía perfecta: bordes crujientes, centro suave y ese toque quemadito por debajo. Llegó el vino (tinto para mí) o cerveza si preferías. Alguien pidió limoncello en lugar de café después de comer, y parecía lo más natural para un junio romano. Hubo muchas risas cuando la gente intentaba hablar italiano—el camarero me guiñó un ojo cuando dije “gracias” con mi acento raro. Todavía recuerdo esa vista a la Via del Governo Vecchio mientras la luz empezaba a caer—en ese momento nada más importaba.
La clase se realiza en Osteria Pasquino, cerca de Piazza Navona, en Piazza di Pasquino 1.
Sí, te reciben con prosecco de cortesía y puedes elegir vino, cerveza o refresco durante la comida.
Sí, después de hacer tu pizza en la clase, te sientas a disfrutarla en el restaurante.
Sí, sirven bruschetta como aperitivo antes de la pizza.
Puedes tomar café o un vaso de limoncello para terminar la comida.
No, no se recomienda para quienes tienen intolerancia al gluten.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del restaurante.
Tu tarde incluye hacer pizza en Osteria Pasquino cerca de Piazza Navona con todos los ingredientes; prosecco de bienvenida; bruschetta como aperitivo; vino, cerveza o refresco para acompañar tu pizza recién horneada; agua durante toda la experiencia y café o limoncello para cerrar—todo en un ambiente animado romano antes de volver a la noche de la ciudad.
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