Recoge tu Vespa Primavera 125cc a pasos del Coliseo, con casco y seguro incluidos, y recorre Roma con consejos locales. Disfruta de risas, fácil aparcamiento cerca de Trastevere y la sensación de ser parte del ritmo diario de la ciudad, que se queda contigo mucho después de aparcar.
No esperaba que mis manos temblaran un poco al tomar el manillar de la Vespa justo frente al Coliseo. Era temprano, pero ya había movimiento: grupos de turistas por todos lados, alguien vendiendo agua fría, el murmullo del tráfico y las voces rebotando en las piedras milenarias. El chico del alquiler (creo que se llamaba Marco) me dio un casco y sonrió: “¿Sabes manejar, verdad?” Asentí, quizá con demasiada confianza. Revisó mi licencia y me dio una rápida explicación en inglés con un poco de italiano, algo sobre no estacionar en ciertas zonas y cómo usar la cadena antirrobo. Me gustó que no tuviera prisa.
Cuando arranqué y empecé a esquivar coches y scooters (¡tantos scooters!), Roma se sintió diferente, más ligera. El viento olía a espresso y a gasolina, suena raro pero me despertó por completo. Hay un momento cuando das la vuelta al Colosseo y lo ves desde el otro lado, con el sol iluminando la piedra antigua; tuve que recordarme no quedarme mirando mucho mientras conducía. El soporte para móvil en el manillar fue un salvavidas para el mapa; sin eso, me habría perdido después de Piazza Venezia. En un semáforo, una chica en otra Vespa me sonrió como si estuviéramos en una especie de club secreto.
Paré a tomar un café rápido cerca de Trastevere—dejé la Vespa justo afuera sin preocuparme por parquímetros ni multas (el personal me explicó dónde pueden estacionar las Vespas). Mis manos aún vibraban por la emoción mientras sorbía mi taza pequeña. Sinceramente, nunca pensé que alquilar una Vespa en Roma se sentiría tan… auténtico. Como si fueras parte del ruido en vez de solo un espectador. Ah, y si te da miedo el tráfico de la ciudad: sí, al principio es una locura, pero te acostumbras rápido. Ya extraño esa sensación.
Sí, los no europeos deben llevar licencia internacional junto con la original.
La recoges justo frente al Coliseo, en el centro de Roma.
Sí, el seguro a terceros viene incluido.
Sí, se entregan dos cascos con fundas para el interior.
Sí, hay estacionamiento gratuito nocturno al lado del Coliseo para tu Vespa.
Licencia válida de coche o moto (más permiso internacional si aplica), DNI o pasaporte con dirección y tarjeta de crédito válida por al menos tres meses.
La edad mínima es 21 años.
Puedes entrar a todas las zonas restringidas excepto una, sin permisos especiales.
Tu día incluye una Vespa Primavera 125cc totalmente asegurada, dos cascos con fundas, cadena antirrobo para tu tranquilidad, combustible incluido para que no te preocupes por repostar, impuestos locales ya pagados y soporte para móvil en el manillar. Todo esto a pasos del Coliseo antes de lanzarte a descubrir Roma a tu ritmo.
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