Pasa un día explorando la región vinícola de Toscana desde Roma con un guía local: recorre las calles antiguas de Montepulciano, prueba Brunello en Montalcino, disfruta un almuerzo ligero con quesos y embutidos, y déjate llevar por el encanto tranquilo de Pienza. Un viaje relajado lleno de sabores auténticos y pequeñas sorpresas que recordarás mucho después de volver a la ciudad.
Casi perdemos la furgoneta porque me convencí de que necesitaba un último espresso antes de salir de Roma. Nuestro conductor solo sonrió y nos hizo señas para que subiéramos, sin prisas, con esa paciencia italiana tan natural. La ciudad quedó atrás en un instante, y al llegar a las colinas cerca de Montepulciano, el aire cambió: olía a piedra mojada y a algo verde que no supe identificar. Nuestro guía (creo que se llamaba Marco) nos señaló antiguas granjas y nos contó que su abuela todavía hace su propio aceite de oliva. Intenté imaginar vivir en un lugar donde desde la ventana de la cocina se vean viñedos.
Montepulciano parecía un decorado de película, pero se sentía vivo: viejos discutiendo a las cartas en la plaza, ropa tendida ondeando sobre calles estrechas. Paseamos un rato antes de ir a Montalcino para la cata de vinos. No soy experto (la verdad, suelo asentir sin más), pero probar el Vino Nobile con queso local y prosciutto salado fue otra historia. El enólogo explicó por qué el Brunello es tan especial aquí; solo capté la mitad, distraído por cómo la luz del sol iluminaba los barriles y llenaba el aire de aromas a roble y tierra. El almuerzo fue sencillo: bruschettas con tomates que realmente sabían a tomate.
Después llegó Pienza, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, aunque lo que más me quedó fue la calma. Solo una brisa suave que traía el aroma del pecorino de alguna tienda cercana. No tuvimos prisa; parecía que nadie se preocupaba por el reloj salvo nosotros, los turistas mirando la hora. De camino de regreso a Roma, no dejaba de pensar en esa vista desde las murallas de Montepulciano, en lo lejos que se puede llegar si dejas de mirar el móvil por un momento.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos si te alojas en el centro de Roma.
Visitarás Montepulciano, Montalcino (para la cata de vinos) y Pienza.
Sí, un almuerzo típico toscano ligero con embutidos, quesos y bruschettas está incluido.
Sí, hay una cata completa en una bodega seleccionada en la zona de Montalcino.
El trayecto dura unas dos horas por trayecto, según el tráfico.
Sí, pueden participar bebés y niños pequeños; se pueden solicitar sillas para bebés al reservar.
Se utiliza un Mercedes sedán para hasta 2 personas; para grupos más grandes, una furgoneta Mercedes.
Sí, el tour se hace con cualquier clima, solo hay que vestirse adecuadamente.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Roma (o punto de encuentro céntrico), todo el transporte en coche o furgoneta Mercedes con conductor-guía de habla inglesa, visitas guiadas a Montepulciano, Montalcino (con cata completa), Pienza, además de un almuerzo tradicional toscano con quesos locales, embutidos y bruschettas antes de regresar por la tarde.
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