Recorrerás las calles llenas de historia de Pompeya con un guía local, probarás vino fresco del Vesubio en una bodega en la ladera y subirás al Vesubio para disfrutar de vistas salvajes al cráter y la bahía de Nápoles. Prepárate para risas, ceniza bajo tus zapatos y momentos que te acompañarán mucho tiempo después de volver a casa.
Jamás olvidaré cuando bajé del minibús en Pompeya; el aire olía a polvo y hierbas silvestres, y se escuchaban las cigarras por encima del murmullo de nuestro grupo. Nuestra guía, Paola, nos entregó unos auriculares (algo que no esperaba, pero que resultaron muy útiles) y nos llevó directo a esas viejas calles de piedra. Tenía un don para señalar detalles que yo habría pasado por alto: un grafiti desgastado en una pared, las marcas de los carros antiguos en la Via dell’Abbondanza. En un momento se detuvo frente al Lupanar y sonrió—“Ya os podéis imaginar qué pasaba aquí”, dijo, y varios intentamos no reírnos demasiado. El sol ya pegaba fuerte, pero dentro de las Termas de Estabia había sombras frescas; olía a minerales, como a agua y piedra antigua. No podía dejar de pensar en cómo vivía la gente aquí: comprando pan, viendo obras en el Gran Teatro. Es curioso lo normal que parece todo hasta que recuerdas por qué ahora reina el silencio.
El almuerzo fue en una bodega en las laderas del Vesubio—la verdad, no soy muy fan de las visitas a bodegas, pero esta fue muy relajada. Nos sirvieron una copa de un vino fresco (se me olvidó el nombre enseguida) y trajeron platos de pasta con tomates que sabían mucho más dulces que los de casa. La vista sobre los viñedos estaba un poco brumosa, pero se veía Nápoles brillando a lo lejos. Al final acabé charlando con una pareja mayor de Milán que también había hecho la excursión desde Sorrento; me dijeron que vienen cada año solo por el vino. ¿Será una tradición?
La subida al Monte Vesubio empezó tranquila—muchas piedras sueltas bajo los pies, así que sí, llevar buen calzado es clave—y el viento se notaba más cerca de la cima. Nuestro guía de montaña (creo que se llamaba Marco) nos señaló el vapor que salía de las grietas en el borde del cráter y contó historias de Vulcano, lo que me hizo mirar dos veces cada bocanada de humo. Estar justo al borde, mirando dentro de ese enorme cráter… es difícil explicarlo sin sonar exagerado. Ves toda Nápoles extendida abajo y te das cuenta de lo cerca que está todo. A veces sigo recordando esa vista cuando huelo azufre o escucho hablar de volcanes en la tele.
Es una excursión de día completo desde Sorrento o Nápoles que incluye visitas guiadas a ambos lugares y almuerzo.
Sí, incluye un almuerzo ligero con degustación de vinos locales en una bodega vesubiana.
No, las entradas sin colas para Pompeya y el Vesubio están incluidas en la reserva.
El tour incluye recogida en puntos designados de Sorrento o Nápoles.
El camino es irregular y puede ser exigente en algunos tramos; se recomiendan zapatos cómodos, pero es apto para la mayoría.
Verás la Via dell’Abbondanza, las Termas de Estabia, el Lupanar, el Gran Teatro, el Foro Civil, el Templo de Júpiter y más.
Sí, un guía autorizado de habla inglesa te acompaña en Pompeya y un guía profesional de montaña te espera en el cráter del Vesubio.
Si el Vesubio cierra por mal tiempo, te ofrecen un reembolso parcial o la opción de cambiar la fecha o recibir el reembolso completo.
Tu día incluye recogida en minibús con aire acondicionado desde puntos de encuentro en Sorrento o Nápoles, entradas sin colas para las ruinas de Pompeya y la subida al cráter del Vesubio, visitas guiadas con auriculares en Pompeya y guía profesional en el volcán, además de un almuerzo ligero con degustación de vinos vesubianos antes de regresar por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?