Camina por las calles antiguas de Pompeya con un arqueólogo local, prueba el auténtico limoncello en las calles de Sorrento y disfruta del sol reflejado en los acantilados de Amalfi mientras recorres sus carreteras. Con transporte ida y vuelta desde Roma y tiempo libre para explorar, esta excursión te permite vivir el sur de Italia sin preocupaciones.
Lo primero que recuerdo es el crujir de la grava bajo mis zapatos al cruzar las antiguas puertas de Pompeya. Nuestra guía—Francesca, napolitana y con un gran sentido del humor—se detuvo junto a un mosaico desgastado y nos contó cómo era la vida cotidiana antes de la erupción del Vesubio. Es curioso lo silencioso que está ahora. Si te quedas quieto, casi puedes escuchar ecos del pasado. El sol ya apretaba, el polvo flotaba en el aire, y no dejaba de pensar en lo normal que todo debía parecer aquella mañana hace siglos. Francesca señaló unos grafitis grabados en la piedra—quizás un nombre, una nota de amor o una broma. Ojalá supiera leer latín.
Después seguimos hacia el sur, rumbo a Sorrento. El camino por la Costa Amalfitana es algo fuera de serie—el mar se asoma en azul entre acantilados, la ropa ondea en los balcones, y las motos pasan zumbando como si fueran dueñas de la carretera (quizá lo son). Intenté hacer fotos, pero ninguna capturó la magia del lugar. En Sorrento paseamos por callejuelas estrechas llenas de limoneros y tiendas de cerámica; compré una tacita pequeña pintada con limones para mi hermana. Paramos en una destilería familiar donde nos sirvieron vasitos de limoncello—helado, con ese punto ácido y dulce a la vez. El dueño nos explicó que usan solo limones locales; sus manos estaban teñidas de amarillo por pelarlos toda la mañana.
No esperaba reír tanto con gente que acababa de conocer—quizá fue el limoncello o simplemente la emoción de estar en un lugar nuevo juntos. Nuestra guía nos contó historias de su infancia cerca de allí; dijo que todavía lleva a sus hijos a tomar un helado los domingos. De regreso a Roma, vi cómo la costa se iba quedando atrás a través de la ventana del bus, cansado pero feliz, con esa sensación que te queda tras un día completo al aire libre. Hay una vista cerca de Positano—casas de colores pastel apiladas sobre el mar—que a veces me viene a la mente cuando necesito recordar el sol.
La excursión dura todo el día, saliendo por la mañana desde el centro de Roma y regresando por la tarde.
Sí, la entrada a Pompeya está incluida si la seleccionas al reservar.
Sí, tendrás tiempo libre para recorrer Sorrento y Positano, según la opción de tour que elijas.
No incluye almuerzo tradicional, pero sí una degustación de limoncello en Sorrento; tendrás tiempo libre para comer donde prefieras.
Un guía dedicado que habla inglés o español te acompaña todo el día; si eliges, un arqueólogo te guiará en Pompeya.
La recogida y regreso al hotel están disponibles solo si reservas la opción privada; si no, la salida es desde el centro de Roma.
Sí, los niños pueden unirse, aunque los menores de 18 pueden necesitar identificación en las entradas; los bebés deben ir en el regazo de un adulto.
Calzado cómodo para caminar, protección solar, identificación para menores si es necesario y algo de efectivo para comidas o recuerdos.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Roma en vehículo con aire acondicionado y Wi-Fi (si eliges opción privada: recogida en hotel), entrada a Pompeya (si seleccionas), visita guiada con arqueólogo en Pompeya (si eliges), paseos panorámicos por la Costa Amalfitana, tiempo libre en Sorrento (y Positano si eliges), además de una degustación de limoncello en una destilería local antes de volver a Roma.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?