Darás la vuelta a Sirmione en barco con un grupo pequeño, sintiendo la brisa del Lago de Garda y viendo de cerca el Castello Scaligero. Escucharás historias del capitán al pasar por la villa de Maria Callas, percibirás el aroma a azufre cerca de las fuentes y contemplarás las antiguas cuevas de Catulo antes de regresar — corto pero inolvidable.
“Se puede oler el lago antes de verlo,” bromeó nuestro capitán mientras subíamos al pequeño barco en el puerto de Sirmione. Tenía ese aire relajado tan italiano — gafas de sol, nariz quemada por el sol y mil historias para contar. Éramos solo seis, más una pareja con un perrito pequeño (que parecía un experto en esto). El agua tenía un tono azul verdoso extraño, casi irreal con la luz de la mañana. No podía dejar de mirar hacia el Castello Scaligero — desde el agua se ve aún más imponente, como si flotara o protegiera un secreto milenario.
Navegamos bordeando la península, con el motor zumbando suave. El capitán nos señaló la antigua villa de Maria Callas — “Ella solía cantar desde ese balcón,” dijo, y traté de imaginarlo. Al pasar cerca de las fuentes, se percibía un leve olor a azufre; alguien arrugó la nariz y se rió. La verdad, no esperaba interesarme por ruinas romanas, pero cuando nos acercamos a las Grotte di Catullo, los acantilados y los olivos me dejaron en silencio por un momento. ¿Conoces esos lugares que parecen tener más años de los que puedes imaginar? Pues ese es uno de ellos.
Todo dura unos 25 minutos, pero de alguna manera se siente más largo, y para bien. Pasamos rápido por la playa Jamaica con sus rocas planas tan peculiares y gente saludando desde las toallas. Nuestro guía nos fue contando datos curiosos mientras manejaba y nos gastaba bromas por nuestros acentos italianos (yo definitivamente arruiné el “grazie” — pero él sonrió igual). No fue nada lujoso ni preparado, solo un mini crucero sencillo por el Lago de Garda con gente real y unas vistas que todavía recuerdo cada vez que escucho gaviotas.
El crucero dura aproximadamente 25 minutos alrededor de la península de Sirmione.
El punto de encuentro es en el puerto frente al castillo Scaligero de Sirmione.
Verás el centro de belleza Aquaria, la antigua casa de Maria Callas, las cuevas de Catulo, la playa Jamaica y las fuentes de azufre.
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar; pueden ir en cochecito o sentarse en el regazo de un adulto.
Sí, los perros pequeños son bienvenidos durante el crucero.
Si el mal tiempo obliga a cancelar, recibirás un aviso por SMS al número de teléfono de la reserva.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
El capitán ofrece comentarios durante todo el recorrido.
Tu experiencia incluye un paseo en barco de 25 minutos alrededor de la península de Sirmione con comentarios de un capitán local; se permiten perros pequeños y bebés pueden ir en cochecito o en brazos — todo comienza en el puerto del castillo Scaligero de Sirmione.
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