Podrás disfrutar del tranquilo puerto y el antiguo castillo de Castro antes de recorrer la costa de Puglia hasta Otranto—donde la historia se encuentra con el encanto junto al mar. Esta excursión privada te permite explorar a tu ritmo con un conductor local que se encarga de todo.
La mañana en Lecce aún estaba fresca cuando subimos a la minivan—la recogida fue puntual, a las 8:30 en punto. Nuestro conductor nos saludó con un amable “Buongiorno” y partimos rumbo a Castro. El viaje fue como un lento descubrimiento: olivares, destellos de mar turquesa entre los árboles y el leve aroma a sal entrando por la ventana. Al llegar, el antiguo puerto de Castro parecía casi dormido, con los barcos de pesca meciéndose suavemente. Paseamos por callejuelas estrechas bordeadas de casas de piedra clara—algunos locales ya charlaban tomando café en el Bar Grotta Azzurra (yo no pude resistirme a un espresso). El Castillo Aragonés se alzaba imponente sobre nosotros, sus muros desgastados pero firmes, y nuestro conductor nos señaló la iglesia bizantina escondida justo detrás. Si te animas, cerca está la Cueva Zinzulusa—un verdadero tesoro para los amantes de las cuevas o para quienes quieran mojarse los pies en aguas cristalinas. Yo no me metí a nadar (todavía hacía un poco de frío), pero vi a unos valientes lanzarse al agua.
De vuelta en la carretera, seguimos la costa pasando por Santa Cesarea Terme—esas villas modernistas son difíciles de ignorar—y Porto Badisco, donde los pescadores recogían las redes a mano. Al mediodía, llegamos a Otranto. Nuestro conductor nos dejó cerca de “Le Creste,” una finca local donde puedes comer algo contundente (las orecchiette con salsa de tomate fueron justo lo que necesitaba). Otranto es fácil de recorrer a pie; caminé por las antiguas murallas y pude asomarme al agua turquesa que se veía abajo. Vale la pena entrar a la catedral—el suelo de mosaicos es una locura, lleno de criaturas extrañas y símbolos de siglos atrás. Este tour no incluye guía, así que te recomiendo llevar una guía o simplemente dejarte llevar por el instinto en el pueblo. Después de un paseo tranquilo por el paseo marítimo (con un gelato en mano), nuestro conductor nos recogió para el regreso a Lecce mientras el sol de la tarde comenzaba a caer.
No, no incluye guía—explorarás por tu cuenta. Una guía o una app de audio son útiles para más información.
Si el tiempo lo permite, ¡sí! Lleva ropa de baño si quieres darte un chapuzón—aunque al principio de temporada el agua está fría.
Tu conductor te recogerá a las 8:30 a.m. en el lugar que elijas en Lecce.
No, la comida no está incluida, pero hay muchos sitios locales para comer en Otranto al mediodía.
Esta experiencia privada incluye recogida y regreso en el lugar que prefieras en Lecce, todo el transporte en una cómoda minivan con aire acondicionado, y un conductor local experimentado. Disponemos de sillas para bebés si las necesitas—solo avísanos con antelación.
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