Si buscas un día lleno de vistas de montaña, historias locales y la libertad de explorar a tu ritmo—sin preocuparte por conducir—esta excursión a Madonna di Campiglio desde Verona es para ti. Es relajada pero llena de pequeños detalles que solo este rincón de Italia puede ofrecer.
El aire de la mañana en Verona se sentía fresco mientras esperaba fuera de mi hotel a las 7:30 AM, con el café aún calentando mis manos. Nuestro conductor llegó justo a tiempo: amable, sin ser demasiado hablador, lo justo para que el viaje fuera cómodo. El trayecto hacia el norte fue tranquilo al principio, pero al dejar atrás la ciudad y empezar a asomar las montañas entre las nubes, no pude despegar la vista de la ventana. Hay un momento en que ves por primera vez los Dolomitas, casi como un cuadro, pero más frío y con bordes más definidos.
Madonna di Campiglio no es solo otro pueblo alpino; tiene ese encanto de antaño mezclado con un bullicio vibrante. Paseé por la Via Presanella, donde los locales tomaban espresso en pequeñas cafeterías—una llamada Bar Suisse tenía pasteles que olían a vainilla y frutos secos tostados. Incluso en verano, el aire tiene un frescor especial y se escuchan los taconeos de botas de esquí sobre los adoquines, de gente que sube a hacer senderismo por glaciares o rutas en bicicleta de montaña. Nuestro conductor nos dio consejos sobre dónde encontrar el mejor strudel (prueba la Pasticceria Righi si tienes curiosidad) y señaló dónde cobra vida la historia de la Princesa Sissi durante el carnaval—aunque es en febrero cuando el pueblo realmente se transforma con disfraces y desfiles.
No hay guía—es autoguiada con un conductor privado que se encarga del transporte y puede compartir consejos locales si se lo pides.
La excursión dura unas 12 horas, incluyendo la recogida a las 7:30 AM en Verona y la vuelta alrededor de las 7:30 PM.
¡Sí! Los niños son bienvenidos siempre que vayan acompañados por un adulto. Hay asientos especiales para bebés si nos avisas con antelación.
Lo mejor son zapatos cómodos—el pueblo tiene adoquines y algunas cuestas. Lleva una chaqueta incluso en verano; el clima cambia rápido en estas alturas.
Tu día incluye transporte privado ida y vuelta desde Verona con un conductor amable, refrescos ligeros durante el trayecto, todos los impuestos y tasas incluidos, además del combustible cubierto. Solo trae contigo ganas de disfrutar—¡y quizá apetito para los pasteles locales!
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