Caminarás de un pueblo a otro de la Costa Amalfitana por senderos ancestrales, guiado por locales que conocen cada atajo y cada historia. Prepárate para comida italiana auténtica, baños en el mar tras largas caminatas y noches en encantadores B&B, sin preocuparte por la logística.
Aún recuerdo aquella primera mañana: limoneros cargados de frutos, una brisa salada en el aire y nuestro guía Marco esperándonos junto a la antigua fuente en Agerola. Partimos temprano, con las botas crujiendo sobre escalones de piedra milenarios que serpenteaban entre pequeños jardines y casas de colores pastel. El camino bajaba y subía, a veces abrazando acantilados salvajes sobre el mar, otras veces atravesando aldeas dormidas donde los lugareños saludaban desde sus puertas. No es solo caminar; es como entrar en una postal viva.
Cada día tenía su propio ritmo. A media tarde llegábamos a un nuevo pueblo—quizá Praiano o Ravello—donde podías dejar tu mochila en un acogedor B&B (de esos con suelos de baldosa y café fuerte). Algunos se lanzaban a nadar directamente desde las rocas; otros se perdían en iglesias frescas o simplemente se sentaban en el Bar Francese con un aperitivo, viendo cómo el sol se escondía tras las colinas en terrazas. Nuestro guía siempre tenía recomendaciones para comer—una noche acabamos en una trattoria familiar disfrutando de anchoas frescas y pasta casera.
Aquí no hay coches ni carreteras ruidosas—solo senderos construidos por pescadores y agricultores hace siglos. Los caminos se enredan entre flores silvestres, pasan junto a antiguas casas de pescadores, bajo acantilados verticales que resuenan con el canto de los pájaros. Lo notarás en las piernas seguro (¡muchas escaleras!), pero hay tiempo para descansar y empaparte del entorno. Si viajas ligero, incluso pueden trasladar tu equipaje entre pueblos (con coste adicional). El último día, regresar es fácil—autobuses locales o un transporte privado te llevan a donde necesites.
Los senderos requieren una condición física moderada—hay muchas escaleras y tramos empinados, pero no escalada técnica. Si te sientes cómodo caminando varias horas al día con descansos, estarás bien.
¡Por supuesto! Los viajeros solos son bienvenidos—conocerás a otros en el camino o disfrutarás de momentos tranquilos por tu cuenta.
El traslado de equipaje entre pueblos está disponible por un coste adicional. La mayoría lleva solo una mochila ligera durante el día.
Avísanos con antelación—los restaurantes locales están acostumbrados a adaptarse a diferentes necesidades (las opciones vegetarianas son comunes).
Tu guía profesional conoce cada rincón de estos senderos y puede recomendar los mejores lugares para comer o tomar fotos. Proporcionamos bastones de senderismo o mochilas si los necesitas. Las pernoctaciones se organizan en hoteles o B&B cómodos cada noche. El traslado de equipaje está disponible con un coste extra si prefieres viajar ligero durante el día.
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