Bajas directamente del barco en el puerto de Civitavecchia y ves a tu conductor esperándote con un cartel con tu nombre—sin búsquedas ni estrés. Disfruta de un traslado privado al aeropuerto de Roma Fiumicino con horarios flexibles y espacio para tu equipaje. La idea es que el último tramo sea fácil y puedas respirar tranquilo antes del vuelo.
Bajamos las maletas por la rampa, esperando un poco de caos, pero ahí estaba él—nuestro conductor, con un cartel con mi nombre (y bien escrito). Sentí el aroma a café de algún lugar cercano, y la verdad, eso fue lo primero que me quedó grabado. Nos saludó en italiano—un rápido “buongiorno”—y se encargó sin problema de las maletas más pesadas. El aire todavía tenía ese toque salado del mar, algo que me resultó sorprendentemente reconfortante después de tantos días en el barco.
El camino desde el puerto de Civitavecchia hasta el aeropuerto de Roma Fiumicino no es precisamente un paisaje de postal, pero el viaje fue tranquilo. El conductor nos contó sobre el tráfico (al parecer los lunes son un caos) y nos indicó cuándo entraríamos en la circunvalación de Roma. Yo miraba el reloj, pero él solo sonreía—“Hay tiempo de sobra,” me dijo. El coche estaba limpio y silencioso; por fin pude relajarme. Tener a alguien local que se encargara de todos esos detalles pequeños fue un alivio, sobre todo porque mi italiano es casi nulo.
No esperaba sentirme tan tranquilo simplemente sentado en ese asiento trasero, viendo cómo los campos se transformaban en las afueras de la ciudad. En un momento, mi pareja se quedó dormida (con la boca abierta—me odiará por contarlo), y yo solo observaba cómo cambiaba la luz por la ventana. Si alguna vez has intentado lidiar con taxis o traslados después de un crucero, sabes la diferencia que esto supone. No es glamuroso, pero ¿sabes qué? Aún recuerdo lo sencillo que fue todo.
Tu conductor te esperará junto al barco con un cartel con el nombre del pasajero principal.
Es un traslado privado para entre 1 y 8 personas en un solo vehículo.
La duración depende del tráfico y la hora del día; es aproximada y puede variar.
Sí, los bebés pueden ir en el regazo de un adulto o en sillas especiales para bebés si se solicitan.
Sí, los conductores autorizados pueden entrar al puerto y recoger a los pasajeros cerca de su embarcación.
Se permite 1 maleta y 1 equipaje de mano por persona; consulta con el operador si tienes objetos voluminosos antes de reservar.
Tu traslado de ida debe confirmarse dentro de las 48 horas posteriores a la reserva; proporciona detalles del crucero y vuelo al reservar.
Tu viaje incluye servicio de bienvenida junto a tu barco en el puerto de Civitavecchia, transporte privado para hasta ocho personas directo al aeropuerto de Roma Fiumicino, ayuda con el equipaje y horarios flexibles según tu vuelo—todo gestionado por un conductor local autorizado que te esperará con un cartel con tu nombre para que no tengas que buscar ni preocuparte por perder conexiones.
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