Navega al atardecer por los pueblos coloridos de Cinque Terre, brinda con Prosecco junto a otros viajeros, nada en calas tranquilas y disfruta un aperitivo italiano mientras el cielo se tiñe de dorado. Con un guía local al mando y historias que fluyen, prepárate para risas, buena comida y momentos que se quedan para siempre.
¿Has sentido alguna vez esa mezcla entre soñar despierto y darte cuenta de que tienes mucha suerte? Así empezó para mí, descalzo en la cubierta en Monterosso mientras Luca, nuestro guía, repartía Prosecco bien frío. El aire olía a sal y protector solar, y se escuchaba el suave murmullo del motor mientras nos alejábamos de la costa. Alguien se rió detrás de mí — quizás la pareja de Milán — y de repente los pueblos de Cinque Terre pasaban ante nosotros en colores pastel intensos. Es difícil de explicar, pero la luz cambiaba a medida que avanzábamos hacia el sur, rumbo a Riomaggiore, como si alguien bajara el volumen al mundo excepto al mar.
Luca señalaba pequeñas calas en el camino — él creció aquí y conocía una historia para cada roca. Hicimos una parada cerca de Punta Montenero para nadar (yo no soy muy valiente con el agua fría, pero tras un sorbo de limoncello me lancé sin pensarlo). El agua estaba más fría de lo que esperaba, pero tan clara que podías ver tus propios pies moviéndose. Hubo un momento flotando de espaldas en el que solo escuchaba mi respiración y voces lejanas del barco. No sé por qué esa sensación se me quedó grabada.
Después, todos volvimos al barco con el pelo mojado y arena en los pies. El sol bajaba rápido — todo se bañaba en luz dorada — y Luca sacó una tabla con focaccia, aceitunas, mariscos a la parrilla y cosas que no sabía pronunciar (intentó enseñarnos pero lo hice fatal). Navegamos hacia Punta Mesco y alguien dijo haber visto delfines; tal vez fue verdad, o solo ganas de verlos. En cualquier caso, a nadie le importó. Para entonces parecía que todos a bordo nos conociéramos de toda la vida. A veces, viajar hace eso con la gente.
Sí, se hace una parada para nadar en una de las calas de la zona durante el tour.
Sí, incluye vino, Prosecco, cerveza, limoncello (para mayores de 18), refrescos y agua.
Sí, se sirve un aperitivo salado con productos típicos y mariscos a la parrilla.
El tour parte desde Monterosso y navega por la costa hasta Riomaggiore y Punta Montenero.
Sí, se proporciona equipo de snorkel para quienes quieran nadar durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio están permitidos a bordo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de Monterosso.
La experiencia es apta para todos los niveles; el alcohol solo se sirve a mayores de 18 años.
Tu tarde incluye salida desde Monterosso con un guía local al mando, todas las bebidas (vino, Prosecco, cerveza o limoncello para adultos), refrescos y agua para todos. Hay equipo de snorkel listo para la parada en una cala tranquila. Luego disfrutarás un completo aperitivo italiano con especialidades regionales y mariscos a la parrilla antes de regresar con la luz del sol desvaneciéndose.
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