Comienza el día navegando desde Sorrento hacia Capri con un patrón local, haciendo paradas para nadar bajo acantilados y en lugares famosos como la Gruta Azul (si el tiempo lo permite). Tendrás tiempo para explorar Capri por tu cuenta, además de snacks y bebidas a bordo. Risas, momentos de calma en grutas escondidas y la sensación de la sal secándose en tu piel mientras regresas a Sorrento.
Subimos al barco en Marina della Lobra, aún medio dormidos pero sonriendo porque el aire ya olía a sal y protector solar. Nuestro patrón, Marco, me pasó una botella de agua fría y señaló dónde a veces aparecen delfines — entrecerré los ojos pero no vi ninguno (quizá la próxima). El barco era lo suficientemente pequeño como para escuchar las risas rebotando en el casco de fibra. En media hora estábamos en Capri, pero el viaje se sintió más largo, para bien. Se hizo un silencio justo antes de llegar a la Gruta Azul — todos dejamos de hablar por un momento, escuchando el chapoteo del agua contra la roca. La entrada es tan pequeña que dudé si cabríamos. Marco solo me guiñó un ojo y dijo “piano piano”. Aún recuerdo esa luz azul adentro — no se parece a nada de lo que ves en fotos.
Después, navegamos junto a los acantilados de Anacapri y pasamos el faro de Punta Carena (que desde el mar parece aún más alto). Alguien repartió patatas y cervezas mientras un par se animaba a hacer snorkel cerca de la Gruta Verde — salieron riendo porque el agua estaba helada al principio. Los Faraglioni son enormes de cerca; el guía se ofreció a hacer fotos para todos, pero casi dejo caer el móvil al mar intentando captar las tres rocas en una sola imagen. En Marina Piccola había yates por todos lados, gente saludando desde las cubiertas o simplemente tomando el sol como si no tuvieran otro lugar donde estar. Tuvimos cuatro horas para explorar Capri a nuestro aire — paseamos por callejuelas que olían a limón y café, vimos a viejos jugando a las cartas a la sombra. Intenté decir “grazie” con mi mejor acento; María en la cafetería sonrió igual.
El regreso fue más tranquilo — quizá cansados por el sol o llenos de tanto helado de limoncello. Hay algo especial al ver la costa de Sorrento reaparecer después de un día así. Tal vez es alivio o ganas de quedarte cinco minutos más en el agua. Sea como sea, repetiría este tour en barco por Capri sin dudarlo.
El tour dura unas 7 horas, incluyendo traslados y paradas.
Sí, si las condiciones del mar lo permiten; se elige el mejor momento para evitar filas largas.
Sí, hay varias paradas para nadar alrededor de Capri y la costa de Sorrento.
No hay almuerzo completo, pero sí snacks como patatas y bebidas a bordo.
Los barcos llevan hasta 12 personas por grupo para una experiencia más cómoda.
Sí, los bebés pueden ir pero deben sentarse en el regazo de un adulto; los cochecitos están permitidos.
Sí, se ofrece recogida en varios puntos del centro y alrededores de Sorrento.
Tendrás unas cuatro horas para explorar Capri por tu cuenta durante el tour.
Tu día incluye recogida cómoda en Sorrento o encuentro en el muelle de Marina della Lobra, navegación completa alrededor de Capri con un patrón local, paradas para nadar con máscaras de snorkel incluidas, entrada a lugares destacados como la Gruta Azul si está abierta (según el clima), además de patatas, refrescos, cerveza y agua durante el trayecto, y regreso al punto de partida al atardecer.
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