Recorre los viñedos bañados por el sol de Bolgheri con una guía local antes de entrar en las frescas bodegas de Terre del Marchesato. Degusta tres vinos DOC Bolgheri con pan fresco y aceite de oliva toscano mientras escuchas historias que fluyen entre sorbos. No es solo vino, es detenerse y sentirse parte de algo con raíces aquí.
Lo primero que me llamó la atención al llegar a Terre del Marchesato fue la luz — ese dorado suave que solo se encuentra en el campo toscano. Filas de viñas se extendían a pocos minutos del pueblo de Bolgheri, y el aire olía a tierra cálida y a algo verde. Nuestra guía, Francesca (que cambiaba sin esfuerzo entre italiano e inglés), nos saludó con una gran sonrisa. Empezó a mostrarnos el viñedo, parando de vez en cuando para acariciar las hojas o señalar un racimo de uvas que, según ella, sería “mágico” dentro de unos meses. Traté de imaginar cómo sería la vendimia aquí — seguro que ruidosa, pegajosa, con todos gritando a lo largo de las filas.
Dentro de la bodega hacía fresco y estaba algo oscuro, con ese olor a madera vieja que dejan los barriles. Francesca nos contó que Terre del Marchesato es una de las bodegas más antiguas de Bolgheri — se notaba su orgullo cuando hablaba de sus vinos DOC Bolgheri. Hubo un momento en que nos dejó tocar uno de los barriles; era más rugoso de lo que esperaba, nada pulido. Nos reímos cuando nos contó que su tío sigue empeñado en probar cada lote personalmente (“es muy terco,” dijo). Todo el lugar se sentía auténtico, nada preparado para turistas.
Luego llegó la cata — tres copas alineadas con rebanadas de pan bañadas en aceite de oliva local. El blanco (Papeo) era fresco y con un toque floral; la verdad, no soy experta, pero para mí sabía a verano. Los tintos tenían más cuerpo — Emilio Primo tenía ese toque terroso, mientras que Marchesale (la riserva) era más intenso, casi ahumado. Intenté decir “grazie” correctamente después de la segunda copa; Francesca sonrió y me corrigió con cariño. Había algo en sentarse ahí, con los demás, tomando el vino en silencio, que me hizo sentir conectada con este rincón de la Toscana.
Está a unos 5 km (3 millas) del centro de Bolgheri, aproximadamente a 10 minutos en coche.
Probarás Papeo (DOC Bolgheri Bianco), Emilio Primo (DOC Bolgheri Rosso) y Marchesale (DOC Bolgheri Superiore riserva).
Sí, tanto el transporte como la experiencia están adaptados para sillas de ruedas.
Los bebés y niños pequeños pueden asistir en cochecito, pero la cata es solo para mayores de 18 años.
El tour se ofrece en italiano o inglés.
Se sirve pan con aceite de oliva virgen extra toscano junto a cada vino.
La visita a la bodega y la cata duran alrededor de 75 minutos.
Tu visita incluye un paseo guiado por los viñedos de Terre del Marchesato cerca de Bolgheri, una mirada exclusiva a su bodega en funcionamiento, cata de tres vinos DOC Bolgheri acompañados de pan fresco y aceite de oliva virgen extra toscano, con guía en inglés o italiano durante toda la experiencia.
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