Prueba la focaccia fresca en las callejuelas de Alberobello, disfruta de la brisa marina en el puerto de Monopoli y escucha historias locales con un helado en Polignano a Mare. Con conductores amables que nunca te apresuran, esta excursión en grupo pequeño te deja descubrir Puglia a tu ritmo, con tiempo para perderte y para momentos de calma.
“Si te pierdes en Alberobello, solo sigue el olor a focaccia,” nos dijo Gianluca sonriendo mientras bajábamos de la furgoneta. No bromeaba: ese aroma a pan calentito con hierbas se colaba por las callejuelas entre los trulli. Salimos de Bari justo después del desayuno, éramos ocho apretados, pero se sentía más como un viaje en familia que una excursión. Gianluca señalaba los olivares y nos contó por qué aquí las piedras se apilan sin cemento, algo que tiene que ver con terremotos y tradiciones antiguas. Yo no paraba de pasar la mano por las paredes blancas y rugosas; están más frescas de lo que imaginas, casi como tiza.
En Alberobello es fácil perderse — cada callejón parece una postal, pero también se siente vivido. Intenté pronunciar “trullo” bien y un señor mayor que vendía postales se rió (de forma amable). Al mediodía el sol pegaba fuerte, así que nos refugiamos en una cafetería para tomar una granita de limón antes de reunirnos con el grupo. Luego llegó Monopoli: calles estrechas, ropa tendida sobre nuestras cabezas y esa brisa salada del Adriático. Nuestro conductor Francesco nos recomendó dónde probar los mejores panzerotti (tenía razón — todavía sueño con ese queso derretido). Hay algo especial en sentarte en un muro de piedra con tu comida y ver a los niños correr tras las palomas que te hace sentir que aquí quizás también perteneces.
Polignano a Mare fue nuestra última parada. Los acantilados caen de verdad directo al agua azul, pero lo que más recuerdo es escuchar “Volare” de Domenico Modugno sonando en algún lugar mientras paseábamos por el pueblo. Nuestro guía Marco nos contó que creció cerca y nos señaló su heladería favorita (yo me pedí pistacho). El día fue tranquilo y sin prisas; nadie nos apuró ni nos llevó con banderas. Solo historias pequeñas, aire marino y tiempo para perderse o sentarse en silencio si querías. Y sí, el WiFi gratis en la furgoneta me permitió enviar fotos antes de volver a Bari.
El tour no es privado y puede alojar hasta 8 personas.
El tour comienza en un punto de encuentro indicado en la web; no se menciona recogida en hotel.
Un conductor local te acompaña todo el día y comparte datos históricos y recomendaciones.
Podrás explorar cada lugar a tu ritmo tras ser dejado por el conductor.
Sí, hay WiFi gratis en el vehículo durante toda la excursión.
No se incluyen entradas ni comidas; la comida corre por cuenta del viajero.
Se visitan Alberobello (casas trulli), Monopoli (casco histórico) y Polignano a Mare (pueblo costero).
Sí, es apta para todos los niveles de condición física según la información disponible.
Tu día incluye transporte cómodo en vehículo con aire acondicionado y WiFi gratis a bordo, además de conductores locales que comparten historias y consejos. Tendrás libertad para explorar los trulli de Alberobello, pasear por el centro histórico de Monopoli junto al mar y recorrer Polignano a Mare a tu ritmo antes de regresar juntos a Bari.
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