Si quieres descubrir el lado salvaje de Islandia—cuevas de lava, cascadas, colonias de focas y quizás hasta las Auroras Boreales—esta excursión de dos días por Snæfellsnes lo tiene todo, con auténtico sabor local y relatos que no encontrarás en las guías.
El viento azotaba mi chaqueta cuando salimos en Kirkjufell, esa montaña que ves en las postales—pero en persona es más alta y afilada. Nuestro guía, Einar, señaló el musgo que se aferra a las rocas de lava, diciendo que tarda décadas en crecer. Caminamos por la orilla, con las botas crujiendo sobre guijarros negros, y vimos algunas focas asomándose cerca de los antiguos muelles pesqueros en Arnarstapi. Allí hay una pequeña cafetería, Fjöruhúsið, donde el aroma a rollos de canela se escapa incluso si solo pasas de largo.
Al caer la tarde, las nubes cubrieron la iglesia negra de Búðir. Es más pequeña de lo que imaginas, pero el silencio que la rodea se siente en el pecho. Pasamos la noche en Stykkishólmur—nuestra pensión tenía ventanas con vista al puerto, y podía oír las gaviotas antes del amanecer. A la mañana siguiente, tras un desayuno rápido (el pan de centeno aún estaba tibio), nos dirigimos a la cueva de lava Víðgelmir. El aire dentro era fresco y húmedo; nuestros cascos rozaron el techo un par de veces mientras nos agachábamos para pasar entre formaciones de lava milenarias. Einar explicó cómo se formaron estos tubos tras erupciones hace 8,000 años—incluso nos mostró un lugar donde se ven las antiguas líneas de flujo en las paredes.
Terminamos en las cascadas Hraunfossar y Barnafossar. El agua parecía casi azul contra los campos de lava oscura, y hay un rugido constante que invita a quedarse un rato. De regreso, todos miraban por las ventanas buscando un destello verde—esperando que las Auroras Boreales aparecieran una vez más.
Sí, está pensada para todos los niveles de condición física. La exploración de cuevas es guiada y segura, con cascos incluidos. También hay asientos especiales para bebés.
Se permite una maleta y un equipaje de mano por persona. Si tienes bolsas extra o equipaje voluminoso, avísanos con antelación para organizarlo.
Las Auroras Boreales dependen del clima y la actividad solar, por lo que no están garantizadas—pero tu guía estará atento a las condiciones para darte la mejor oportunidad posible.
Tu asiento en un minibús cómodo con WiFi, alojamiento con desayuno en una pensión local, visita guiada a la cueva de lava Víðgelmir (equipo incluido), además de un conductor-guía experto que conoce las mejores paradas de Snæfellsnes.
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