Recorre a pie el centro de Reykjavik, haciendo paradas para degustar platos y bebidas islandesas en cinco lugares diferentes. Con un guía local que comparte historias y risas por la calle del arcoíris, acabarás lleno, quizás un poco alegre, y con la sensación de haber vivido la ciudad desde dentro.
Para ser sincero, me apunté a este tour gastronómico en Reykjavik principalmente porque tenía frío y quería descubrir qué eran exactamente las “bebidas islandesas”. Resultó que no se trata solo de la comida (aunque el cordero ahumado sigue en mi memoria), sino de cómo se siente la ciudad de noche. Nuestra guía, Sigrún, tenía ese don de hacer que hasta las antiguas cabañas de pescadores parecieran cobrar vida — nos contó dónde trabajaba su abuelo justo cuando pasábamos junto a un grupo de locales riendo por algo que no llegué a entender. El viento olía a sal, pero siempre había calor en algún lugar — una ventana de cocina o el roce de un jersey de lana.
Nos movimos en zigzag por el centro de Reykjavik, parando en cinco sitios que nunca habría descubierto por mi cuenta. Cada lugar tenía su propio ritmo: un bar diminuto con cerveza que sabía casi ahumada (¿sería cosa mía?), otro donde probamos Brennivín — que Sigrún llamó “La Muerte Negra” con una sonrisa. Nos hizo decir “¡Skál!” antes de beber; seguro que lo pronuncié mal, pero a nadie le importó. Lo mejor fue que no había prisa. Paseamos bajo la luz de Hallgrímskirkja que brillaba sobre la calle del arcoíris, y alguien del grupo empezó a tararear bajito — parecía que la ciudad nos estaba dejando entrar en un secreto.
No esperaba reír tanto con desconocidos mientras probábamos tiburón fermentado (no es tan terrible como dicen), ni sentirme tan en casa después de solo unas horas. Si te gustan los tours de comida que cuentan historias reales más que platos sofisticados — y no te importa probar unos cuantos tragos fuertes — esta es una de esas noches que recordarás cada vez que huelas eneldo o veas las luces de Reykjavik reflejadas en el pavimento mojado.
El tour incluye cinco paradas en bares o restaurantes del centro de Reykjavik.
Sí, en cada parada se incluyen bebidas alcohólicas junto con la cena.
Sí, la cena forma parte de la experiencia.
Sí, caminarás por la calle del arcoíris y pasarás frente a Hallgrímskirkja.
Sí, la mayoría de necesidades dietéticas pueden atenderse si avisas con antelación.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de inicio.
No, no se recomienda para embarazadas debido al consumo de alcohol.
Tu noche incluye todas las bebidas alcohólicas y refrescos en cada parada, además de una cena completa con especialidades islandesas. Formarás parte de un grupo pequeño guiado por un local que comparte historias mientras recorren las calles históricas del centro de Reykjavik — no tendrás que preocuparte por perderte ni por perderte ningún sabor en el camino.
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