Desde Reykjavik, persigue las auroras boreales en un superjeep con guías locales que saben dónde encontrarlas, incluso si hay que cambiar planes a última hora. Incluye recogida en hotel, chocolate caliente bajo las estrellas, fotos gratis y anécdotas que recordarás para siempre.
“Los mayores dicen que cuanto más frío hace, más brillan,” sonrió nuestro conductor Jón mientras subía la calefacción. No sabía qué esperar, solo que estábamos dejando atrás Reykjavik en esta bestia de superjeep, con neumáticos casi tan grandes como mi primo pequeño. Las luces de la ciudad se desvanecieron rápido, dando paso a una oscuridad que solo se siente aquí. Dentro del jeep había un silencio especial, salvo por las historias de Jón sobre su infancia cerca de Akureyri y cómo había visto todos los colores que las auroras pueden mostrar. Revisaba una app del tiempo y murmuraba en islandés (alcancé a oír “grænt” varias veces—verde), hasta que de repente giró por un camino nevado que yo jamás habría notado.
Sinceramente, pensé que solo pararíamos y esperaríamos. Pero fue más bien una cacería. Nos juntamos con otros dos superjeeps, sus faros moviéndose en el horizonte como estrellas lentas. Todos bajamos y la nieve crujía bajo mis botas, mientras mi aliento se veía en el aire frío. Jón repartió chocolate caliente—dijo que mantiene las manos calientes aunque la nariz se quede helada (y tenía razón). Entonces alguien exclamó y señaló, y ahí estaba: una cinta verde pálida desplegándose en el cielo. Al principio no era muy brillante, pero se movía y estiraba como si estuviera viva. Intenté sacar fotos, pero la mayoría del tiempo solo me quedé con la boca abierta. Jón nos tomó una foto con la aurora de fondo—prometió enviárnosla gratis, algo que aún me parece increíble.
El viento se levantó después de medianoche y todos volvimos al jeep, con las mejillas rojas y la nariz goteando, pero sin importar. Reykjavik ya se sentía muy lejos. De regreso, Jón nos contó sobre sus intentos fallidos favoritos (“a veces solo hay nubes—y ovejas”). Dijo que si no hubiéramos visto nada esa noche, podríamos repetir la experiencia sin costo. Me hizo dar cuenta de que la suerte es parte fundamental de todo esto: puedes planear todo, pero la naturaleza siempre tiene la última palabra.
Te recogen en el hotel a las 8pm o 9pm, según la temporada.
El tour dura unas 4 horas; normalmente regresan alrededor de medianoche o la 1am.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
Si no las ves, puedes reservar otra noche gratis para intentarlo de nuevo.
El máximo es de 6 pasajeros por superjeep.
Sí, los guías toman fotos tuyas con la aurora sin coste extra.
La edad mínima es 5 años; las familias son bienvenidas.
Vístete bien abrigado, con varias capas. Todo lo demás lo proporcionan ellos.
Tu noche incluye recogida y regreso al hotel en Reykjavik, todas las tasas de parques nacionales y impuestos locales cubiertos por el equipo de guías, además de fotos gratis de la aurora durante la aventura antes de volver a la ciudad tarde en la noche.
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