Despega desde Reykjavík en helicóptero para un vuelo íntimo sobre la zona de erupción volcánica más reciente de la península de Reykjanes, guiado por locales que conocen cada grieta bajo tus pies. Prepárate para un clima cambiante, campos de lava surrealistas aún humeantes y relatos que hacen que Islandia cobre vida bajo tus ruedas o pies.
Lo primero que noté fue la sonrisa del piloto, Jón, mientras nos abrochábamos el cinturón — parecía que aún disfrutaba cada vuelo como si fuera el primero. Despegamos desde Reykjavík y casi al instante la ciudad se convirtió en un mosaico de techos de colores y agua helada. Alguien detrás de mí soltó un suspiro cuando giramos sobre la bahía de Faxaflói; yo solo recuerdo mis oídos tapándose y esa mezcla extraña de nervios y emoción. La palabra clave aquí es tour en helicóptero Islandia — porque, sinceramente, nada te acerca tanto a lo que ha pasado en la península de Reykjanes.
Mientras volábamos hacia la zona de erupción, Jón señalaba las grietas donde la tierra literalmente se había abierto. Nos contó que desde 2021 hubo más de 50,000 terremotos — parecía exagerado hasta que vi lo afilados y recientes que eran los campos de lava, cuerdas negras y vapor saliendo en algunos puntos. Al bajar un poco sentí ese olor a mineral quemado (no me lo esperaba), y aunque el volcán no estaba activo en ese momento, parecía tener vida propia. La luz cambiaba entre gris y dorado con las nubes moviéndose — el típico clima islandés en acción. Se notaba lo reciente de todo; nada había tenido tiempo de suavizarse.
Intenté sacar fotos pero al final me quedé mirando por la ventana, con los dedos manchando el cristal. En un momento, nuestro guía bromeó sobre cómo los locales ya se acostumbraron a “sentir la tierra temblar bajo la taza de café”. Es curioso — pensé que me daría miedo estar tan alto en un helicóptero tan pequeño, pero con solo cinco personas apretadas, compartiendo auriculares y sonrisas tímidas, me sentí seguro. La palabra clave volvió cuando alguien preguntó por otros tours en helicóptero en Islandia; Jón se encogió de hombros y dijo que ningún otro lugar cambia tan rápido.
Regresando a Reykjavík, todos guardamos silencio un rato — quizá procesando lo que habíamos visto. No dejaba de pensar en esos bordes tan crudos de la tierra, como si Islandia aún estuviera en proceso de crearse. Si vas, olvídate de preocuparte por el peinado (el viento es seguro), pero lleva mucha curiosidad. Esa vista se queda contigo más tiempo del que imaginas.
Cada helicóptero tiene entre 5 y 6 asientos para un grupo reducido y cercano.
El tour sale desde Reykjavík, la capital de Islandia.
No, aunque las erupciones son comunes, no siempre están activas cuando visitas.
Verás campos de lava recién formados, cráteres volcánicos, paisajes sísmicos moldeados por erupciones recientes y vistas aéreas de Reykjavík.
Sí, los vuelos dependen del clima; se ofrecen cambios o reembolsos si es necesario.
No se menciona recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
La península está a unos 30 km (19 millas) de Reykjavík.
Tu día incluye un asiento en un vuelo en helicóptero para grupos pequeños sobre la nueva zona volcánica de la península de Reykjanes, con el recargo de combustible incluido, además de historias de guías locales que conocen esta tierra al detalle, antes de regresar a Reykjavík con recuerdos que aún vibran en tus oídos.
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