Al bajar de tu vuelo en Keflavik, verás a un conductor local con tu nombre que te ayudará a conectar con el ritmo de Islandia al instante. Disfruta agua embotellada, Wi-Fi y relatos sobre campos de lava mientras te llevan directo a tu hotel o al puerto de cruceros en Reykjavik, con todo organizado sin que tengas que preocuparte.
No esperaba sentirme tan aliviado solo por ver mi nombre en un cartel en el aeropuerto de Keflavik. Después de un vuelo largo, ese pequeño detalle —que alguien realmente me estuviera esperando— fue enorme. Nuestro conductor, Jón, asintió con la cabeza y sonrió (los islandeses no exageran), luego nos llevó afuera a ese aire fresco y salado. El coche olía ligeramente a café y a algo que no supe identificar —quizá la lana de su suéter—. Me dio una botella de agua islandesa y dijo: “Es del grifo aquí. La mejor del mundo.” Y le creí.
El trayecto de Keflavik a Reykjavik no es corto —unos 45 minutos— pero no se hizo pesado. Jón nos señalaba los campos de lava cubiertos de musgo que pasaban a ambos lados (“Esto lo llamamos ‘nada’, pero a mí me parece precioso”), y nos contó que el clima puede cambiar cinco veces antes de llegar a la ciudad. En un momento puso la radio islandesa —música folk suave con letras que no entendí— y nos dejó disfrutar cómo la luz cambiaba sobre el paisaje. Había Wi-Fi en el coche, pero la verdad apenas toqué el móvil.
Nos preguntó si habíamos dormido en el avión (no lo hicimos) y ofreció ajustar la temperatura o parar si necesitábamos algo. El viaje fue tranquilo, salvo cuando Jón nos contó que en Reykjavik la gente nada al aire libre incluso en invierno —se rió cuando me estremecí solo de pensarlo. Al llegar al hotel, nos ayudó con las maletas y se despidió como si realmente le importara, no solo por trabajo. Ese traslado fue menos un simple viaje y más como una bienvenida suave a Islandia, ¿sabes?
El trayecto suele durar unos 45 minutos, según el tráfico y el clima.
Sí, la recogida puede ser en el aeropuerto de Keflavik o en cualquier dirección dentro de Reykjavik.
Tu conductor sigue el estado de tu vuelo y espera hasta 75 minutos; si se cancela, puedes cambiar tu traslado sin coste.
Puedes elegir entre un sedán (1–3 personas) o una minivan (1–7 personas), con espacio para equipaje.
Sí, los vehículos cuentan con Wi-Fi y puertos USB para cargar tus dispositivos.
Hay asientos especiales para bebés bajo petición; también pueden viajar en cochecitos o carriolas.
Sí, en todos los vehículos se ofrece agua islandesa embotellada.
Tu viaje incluye recogida en el aeropuerto de Keflavik o en cualquier punto de Reykjavik, vehículos premium con Wi-Fi y puertos USB, agua islandesa embotellada, todas las tasas incluidas, y un conductor-guía profesional que habla inglés y se encarga de todo, incluso de cambiar tu reserva gratis si tu vuelo se cancela.
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