Saldrás en 4x4 desde la laguna glaciar Jökulsárlón con un guía local, te pondrás crampones y casco, y pisarás directamente el hielo azul de Vatnajökull. Explora cuevas de hielo que cambian constantemente — a veces túneles — mientras descubres secretos del glaciar. Prepárate para risas, mejillas frías y momentos de silencio que recordarás mucho después de dejar Islandia.
Lo primero que me llamó la atención fue el sonido: las botas crujiendo sobre la grava en el aparcamiento de la laguna glaciar Jökulsárlón, y luego ese silencio extraño justo antes de pisar el glaciar. Nuestro guía, Siggi, me pasó un casco y unos crampones (al principio me parecieron un poco exagerados, pero entendí por qué en cuanto empezamos a caminar). Nos contó que la cueva principal estaba cerrada por seguridad esa semana — estas cosas cambian todo el tiempo — pero conocía otro lugar donde el hielo azul estaba “presumiendo”. Esa frase se me quedó grabada. El humor islandés es así de seco.
El viaje en 4x4 hasta Vatnajökull parecía de otro planeta: un paisaje infinito de blanco y negro, el viento golpeando las ventanas, todos en silencio salvo un tipo que no paraba de intentar sacar fotos a través del cristal. Cuando paramos, el aire frío tenía un olor muy particular (si eso tiene sentido) y el viento me picó un poco la cara. La caminata no fue larga, unos 15 minutos por terreno irregular, aunque casi me caigo con los crampones. Siggi se rió y dijo que a todos les pasa al menos una vez.
Dentro de la cueva de hielo — o más bien un túnel esta vez — el azul era como nada que hubiera visto antes. Como estar dentro de una ola congelada. Las paredes estaban resbaladizas bajo mis guantes y se oían gotitas cayendo en algún lugar más profundo. No estábamos solos; otros grupos iban pasando, todos en susurros por alguna razón. Intenté pronunciar “Vatnajökull” y lo hice tan mal que Siggi sólo sonrió. Me señaló capas de hielo que tenían siglos, mucho más antiguas que cualquiera de nosotros. Eso me hizo sentir pequeño, pero de una forma bonita.
Sigo pensando en lo silencioso que se puso todo cuando apagamos las linternas por un momento: solo oscuridad y aire frío moviéndose a nuestro alrededor. De regreso, alguien preguntó si estas cuevas seguirían ahí el próximo año. Siggi se encogió de hombros: “Quizá no esta”. Así que sí, aquí nada se queda quieto mucho tiempo.
El tour dura unas 4 horas desde el encuentro en la laguna glaciar Jökulsárlón hasta el regreso.
Sí, todos los participantes reciben crampones y casco incluidos.
Si el clima impide entrar a la cueva de hielo, se ofrece una caminata alternativa por el glaciar o la devolución total del dinero.
La caminata dura entre 5 y 20 minutos por terreno irregular; se recomienda tener una condición física moderada.
Sí, es común que otros grupos exploren cuevas o zonas cercanas al mismo tiempo.
El punto de encuentro es el aparcamiento principal de la laguna glaciar Jökulsárlón.
No incluye comidas; se recomienda llevar algún snack si lo deseas.
Usa ropa abrigada e impermeable y botas de montaña resistentes, adecuadas para condiciones invernales.
Tu día incluye recogida en el aparcamiento principal de la laguna glaciar Jökulsárlón antes de salir en un vehículo 4x4 modificado hacia el glaciar Vatnajökull con un guía profesional local. Todo el equipo de seguridad — crampones y casco — está incluido para explorar las cuevas de hielo azul o sus formaciones. Viajarás en un grupo pequeño apoyando una empresa local en una aventura con huella de carbono neutralizada, para luego regresar al punto de partida.
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