Surca la bahía Skjálfandi desde Húsavík en un rápido bote RIB con solo 12 personas y un guía local experto. Acércate a ballenas jorobadas y delfines, observa frailecillos en Lundey (en temporada) y conoce fósiles milenarios en la península de Tjörnes. Incluye overoles térmicos y chalecos salvavidas — ¡los vas a necesitar! No es solo un paseo, es una dosis pura de naturaleza islandesa.
Confieso que al principio me daba un poco de miedo eso de ir en un “bote RIB”. Húsavík ya es frío, y la idea de volar sobre la bahía Skjálfandi a toda velocidad me parecía una locura. Pero en cuanto salimos del puerto —abrigados con esos overoles gruesos que te entregan (parecía un malvavisco azul)— me olvidé del frío. El aire olía a mar y a sal. Nuestra guía, Sigrún, nos sonrió y señaló donde el agua empezó a moverse raro. “Ahí está una ballena jorobada”, dijo — y apareció esa espalda oscura asomándose de la nada. Mucho más silencioso de lo que imaginaba estando tan cerca.
Éramos solo doce personas en el RIB, así que nadie se peleaba por espacio ni tenía que estirar el cuello. En un momento, un niño a mi lado soltó un grito que me asustó — dos delfines pasaron zumbando justo debajo. Sigrún nos contó sobre las distintas especies de ballenas que visitan Skjálfandi cada año (creo que dijo diez o más), pero perdí la cuenta después de ver la segunda cola golpear el agua. Hay algo extrañamente tranquilo en flotar ahí, mientras todos guardan silencio esperando el próximo soplido.
Después nos dirigimos a Lundey — la Isla de los Frailecillos — que es justo lo que imaginas: miles de esos pajaritos torpes revoloteando como si llegaran tarde. Los acantilados estaban manchados de blanco y llenos de sus gritos. Sigrún intentó enseñarnos a decir “lundi” en islandés; Li se rió cuando intenté repetirlo (lo arruiné totalmente). También pasamos por la península de Tjörnes, que tiene fósiles más antiguos que cualquier otro lugar por aquí — ¿dos millones de años? Eso me hizo sentir pequeñito, pero de buena manera.
Todavía recuerdo esa primera ballena que salió justo frente a nosotros. Si estás pensando en una excursión desde Húsavík y quieres sentir auténticos escalofríos (y dedos congelados), este tour en grupo pequeño es para ti. Solo no olvides el gorro — créeme, es clave.
El paseo en bote RIB desde Húsavík dura aproximadamente 2 horas.
Sí, los niños deben tener al menos 8 años o medir 130 centímetros para participar.
Los frailecillos se ven durante su temporada, aproximadamente del 15 de abril al 20 de agosto; fuera de esas fechas, el tour se centra solo en ballenas.
Debes llevar gorro y guantes; se proporcionan overoles térmicos impermeables y chalecos salvavidas para todos.
Los botes llevan máximo 12 pasajeros por viaje para garantizar comodidad y buenas vistas.
No, por seguridad no se recomienda para mujeres embarazadas.
No, no se menciona recogida; el punto de encuentro es en el puerto de Húsavík.
Sí, cada bote RIB cuenta con un guía experto en avistamiento y un capitán a bordo.
Tu día incluye overoles térmicos impermeables y chalecos salvavidas (obligatorios por ley en Islandia), comentarios en vivo de un guía local experto en cada bote RIB, impermeables si hace falta, y todos los impuestos y tasas cubiertos para que solo te preocupes por disfrutar la aventura desde el puerto de Húsavík.
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