Probarás tomates frescos calentados con energía geotérmica en Fridheimar, verás al géiser Strokkur estallar, sentirás la bruma de Gullfoss y caminarás entre continentes en Þingvellir, todo acompañado por un guía local que hace vivir las historias de Islandia.
Lo primero que recuerdo es el aire dulce y suave a tomate dentro del invernadero Fridheimar—la verdad, hacía más calor del que esperaba tras esa fresca mañana en Reykjavik. Nuestra guía, Sigrún, nos recibió con una sonrisa fácil y nos dio una rebanada de pan aún tibia, recién salida de sus hornos geotérmicos. Nos contó cómo usan el agua caliente de Islandia para todo aquí, incluso para mantener contentas a las abejas en pleno invierno. Intenté decir “takk fyrir” (gracias) y seguro lo dije mal; ella solo se rió.
Después seguimos por campos cubiertos de escarcha—las ventanas se empañaban un poco—hasta llegar a la zona de Geysir. El Strokkur era más ruidoso de lo que imaginaba; cada pocos minutos lanzaba agua hirviendo tan alto que todos nos quedábamos boquiabiertos (y algunos hasta saltaban hacia atrás). El suelo olía un poco a huevos y minerales, pero sin ser desagradable. Me sorprendí esperando la próxima erupción como un niño esperando los fuegos artificiales. Alguien cerca dijo que su abuela solía cocer huevos en esas piscinas—ahora no me imagino hacerlo.
Luego llegó Gullfoss. El rocío me golpeó la cara antes de ver la cascada—una bruma fría que se pegaba a mis pestañas. No es solo el tamaño; es el sonido, ese retumbar profundo que se siente en el pecho. Sigrún nos contó historias sobre protestas para salvar Gullfoss hace décadas (los islandeses realmente aman sus cascadas). Terminamos en Þingvellir, donde literalmente puedes estar entre placas tectónicas. El viento soplaba fuerte allí—parecía que podía llevarse cualquier preocupación si te dejabas llevar.
El tour dura todo el día e incluye paradas en el invernadero Fridheimar, la zona de Geysir, la cascada Gullfoss y Þingvellir.
El tour incluye recogida en puntos de encuentro; revisa los detalles al reservar para conocer las ubicaciones específicas.
Visitarás el invernadero Fridheimar, el área geotérmica de Geysir (con Strokkur), la cascada Gullfoss y Þingvellir.
Podrás probar tomates frescos y pan en el invernadero Fridheimar; el almuerzo no está incluido a menos que se indique.
Sí—los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo; hay asientos especiales para bebés disponibles.
La entrada al invernadero Fridheimar está incluida en el precio del tour.
Sí—el vehículo ofrece Wi-Fi gratis durante todo el trayecto.
Vístete abrigado; el clima islandés cambia rápido incluso en paseos cortos entre paradas.
Tu día incluye entrada al invernadero Fridheimar donde probarás tomates cultivados con energía geotérmica, transporte cómodo en autobús con Wi-Fi y aire acondicionado, guía local profesional y viaje carbono neutral gracias a las alianzas con Vaxa Technologies. También hay asientos especiales para bebés si los necesitas—¡no olvides llevar ropa extra!
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