Saldrás del puerto de Akureyri con overoles abrigados, buscando ballenas jorobadas en el fiordo Eyjafjörður con un guía local que comparte historias y bebidas calientes a bordo. A veces solo verás un destello, otras algo más — siempre es una experiencia honesta y real. Si no ves ninguna, puedes repetir el tour gratis.
Lo primero que noté fue el chapoteo del agua contra el casco y ese olor salado y fresco que se siente al salir del muelle de Akureyri. No es una ciudad grande — las casas de colores se van haciendo pequeñas rápido. Nuestra guía, Sigrún, nos entregó unos overoles azules gruesos (me reí intentando ponerme uno, son más calentitos de lo que parecen) y nos indicó dónde pararnos para tener la mejor vista. El viento me picaba las mejillas, pero la verdad, no me importó. Hay algo especial en estar abrigado junto a extraños, todos mirando al mismo horizonte, como si compartiéramos un secreto.
Navegamos más adentro del fiordo Eyjafjörður, que es más largo de lo que imaginaba — la nieve aún se aferraba a las montañas, incluso en junio. Sigrún nos contó historias sobre las ballenas jorobadas que vuelven cada año, y cómo a veces golpean sus aletas solo para presumir. Dijo que nunca está garantizado verlas, pero siempre hay esperanza. Alguien a mi lado susurró “¡allí!” y de repente todos se movieron al mismo tiempo — cámaras listas, niños pegados al cristal. Solo vi un destello blanco y negro antes de que desapareciera bajo el agua gris. Fue rápido, pero mi corazón se aceleró igual.
Después de ese primer avistamiento, hubo más — a veces solo un chorro de agua o el movimiento de una cola. El frío me calaba los dedos, pero no podía dejar de mirar. Sigrún nos sirvió chocolate caliente dentro del barco (tiene ventanas grandes para no perderse nada), y bromeó sobre lo “creativo” que es el clima islandés. También explicó que los tours siguen reglas estrictas para no molestar a los animales — eso me hizo sentir mejor por estar ahí. Me gustó esa sinceridad; se sentía auténtico.
Sigo recordando ese momento en que todo quedó en silencio, solo se escuchaba el agua y alguien exhaló suavemente cuando una ballena apareció justo cerca. No lo suficiente para tocarla ni nada dramático — solo lo justo para recordarme lo pequeños que somos aquí afuera. El regreso fue más tranquilo, salvo algunas risas cuando Li intentó pronunciar Eyjafjörður (ninguno lo logró). Así que sí… si alguna vez estás en el norte de Islandia con medio día libre, vale la pena abrigarse para esto.
El tour dura entre 2.5 y 3.5 horas según las condiciones.
Sí, bebés y niños pequeños pueden participar y viajar en cochecitos o sillas de paseo.
Si no hay avistamientos, puedes unirte a otro tour gratis en Reikiavik o Akureyri.
No, no incluye recogida; los tours salen directamente desde el puerto en el centro de Akureyri.
Los barcos tienen escaleras empinadas y umbrales altos; usuarios de silla de ruedas pueden llevar sillas plegables pero deben avisar antes para asistencia.
Se recomienda ropa abrigada; a bordo proporcionan overoles, impermeables o mantas.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Sí, hay opciones de transporte público cerca en Akureyri.
Tu día incluye overoles o impermeables y mantas para usar a bordo, guía local profesional que comparte historias durante el paseo, acceso a varias plataformas de observación y grandes ventanales para estar cómodo dentro, además de WiFi gratis para que compartas tus fotos al instante—aunque termines con los dedos congelados.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?