Pedalea por las animadas calles de Dublín con un guía local que comparte historias de escritores, rebeldes y músicos mientras pasas por la Catedral de San Patricio y el Castillo de Dublín. Descubre detalles inesperados (como dónde se escribió Drácula) y momentos auténticos con locales. Es un tour tranquilo con todo el equipo incluido, solo trae ganas de explorar.
Casi me caigo en la primera curva, no porque la bici fuera difícil, sino porque me quedé mirando una puerta georgiana que nuestra guía, Aoife, señaló. Ella se rió y me dijo: “Mira el empedrado, no solo la historia.” Tenía razón. Empezamos cerca del río, con los cascos un poco torcidos (el mío seguro), y enseguida se mezclaba el olor a pan recién horneado con el humo de los autobuses. La ciudad se sentía viva, con ese caos honesto que la hace única.
Pasamos frente a la Catedral de San Patricio — juro que se siente la antigüedad en el aire — y Aoife nos contó que Jonathan Swift escribía sermones allí. No sabía que estaba enterrado dentro; nos dijo que los locales a veces le dejan notitas. En un momento, frente al Castillo de Dublín, un grupo de niños nos saludó y uno gritó algo en irlandés que no entendí (Aoife tradujo: “¡Bicis geniales!”). El ritmo era tranquilo, nada de carreras, solo rodar mientras nos señalaba dónde U2 dio sus primeros conciertos y dónde supuestamente guardan el corazón de San Valentín (pensé que bromeaba, pero no).
Me gustó que no solo íbamos tachando lugares — nos detuvimos en una esquina donde se escuchaba a alguien tocando la flauta irlandesa y Aoife nos contó que Sinead O’Connor creció cerca. El GPO parecía casi demasiado limpio después de tantas historias de rebeliones; es raro estar en un lugar que marcó tanto la historia de Irlanda mientras el tráfico pasa como si nada. Se me enfriaron las manos agarrando el manillar (el clima de Dublín es así), pero casi ni lo noté cuando empezamos a hablar de que aquí se escribió Drácula. Eso sí que no me lo esperaba.
Al final, las piernas me dolían, pero de esa manera buena, y no dejaba de pensar en las capas que tiene Dublín — no solo edificios, sino todas esas voces a lo largo del tiempo. Si buscas una excursión en Dublín que realmente se sienta viva (y que te den un casco que seguro te queda mejor que el mío), esta es la opción.
El tour dura alrededor de 2,5 horas.
Sí, incluye bicicletas, cascos y chalecos reflectantes.
No, el tour es apto para todas las edades y niveles.
Pasarás por la Catedral de San Patricio, el Castillo de Dublín, el Centro GPO Witness History y la Custom House.
Sí, todos los tours son dirigidos por guías locales expertos.
Sí, puedes elegir entre bici normal o ebike.
No incluye recogida, pero hay transporte público cerca.
No, el tour de 2,5 horas no incluye comidas.
Tu día incluye el uso de bici o ebike, cascos y chalecos reflectantes para tu seguridad, todo listo antes de salir con tu guía local por las calles históricas del centro de Dublín.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?