En el estudio de Drury Street en Dublín, crearás tu propio anillo de plata con ayuda experta en cada paso. Prueba a cortar, martillar texturas y pulir, y disfruta de chocolate al terminar. Una experiencia práctica, creativa y con un recuerdo muy personal (y quizás dedos plateados).
Alguien desliza una tira fina de plata sobre la mesa — se siente fría y lisa, casi demasiado ligera para lo que va a convertirse. Nuestra guía, Aisling (se pronuncia “Ash-ling”, aunque yo no paraba de equivocarme), sonríe y pregunta para qué dedo quiero hacer el anillo. Hay algo curioso y cercano en medirte la mano en una sala llena de desconocidos, todos mirando sus dedos en silencio y echándose miradas para tranquilizarse. El estudio huele a metal con un toque de café que llega desde abajo. No esperaba ponerme nervioso con una sierra de joyero, pero Aisling se rió y me enseñó a sujetarla bien — “Tranquilo, tenemos tiritas”, bromeó.
Lo mejor fue golpear la plata para darle forma en el mandril — es ruidoso, muy satisfactorio, y se nota quién está soltando estrés por lo fuerte que pega. En un momento, el anillo de alguien salió disparado por la mesa y todos nos echamos a reír (ningún anillo sufrió daños). Cuando llegó el momento de elegir la textura, dudé entre las tres opciones; al final me quedé con el acabado martillado porque me pareció más auténtico. Hay un instante mágico cuando ves cómo el tutor suelda tu pieza — una chispa de fuego y de repente es un anillo de verdad. Me sorprendió lo personal que se siente.
Limar los bordes lleva más tiempo del que imaginas — pequeñas virutas de metal bajo las uñas y todos encorvados sobre su trabajo como niños en manualidades. Puedes elegir si quieres que quede brillante o con un toque rústico; yo opté por pulir solo el interior (Aisling lo llamó “artístico”). Al final repartieron chocolate — no sé si es tradición o porque estábamos con hambre. Salir a Drury Street con mi anillo de plata aún tibio tras pulirlo… sí, a veces lo giro en mi dedo y recuerdo aquella tarde en Dublín.
La clase dura entre 2 y 2,5 horas aproximadamente.
Sí, es para todos los niveles y no se necesita experiencia previa.
Te quedas con tu anillo de plata hecho a mano como recuerdo.
El taller se hace en Drury Street, en el centro de Dublín.
Sí, todo el plata esterlina para tu anillo está incluido.
Te ofrecerán mucho chocolate durante la sesión.
No es apto para menores de 10 años; los menores de 16 deben ir acompañados de un adulto.
No, ambos lugares tienen escaleras y no hay ascensor.
Tu experiencia incluye toda la plata esterlina para crear tu anillo desde cero en el estudio de Drury Street en Dublín, con la guía amable de joyeros locales y mucho chocolate para endulzar el proceso mientras diseñas tu pieza.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?