Viaja en un cómodo autobús por la costa salvaje de Irlanda del Norte desde Belfast, con paradas para fotos en castillos como Carrickfergus y Dunluce. Pasea por el pueblo de Cushendun y bajo los famosos Dark Hedges antes de caminar entre las piedras de Giant’s Causeway con las historias de tu guía. Un día para sentirte pequeño y afortunado.
Casi pierdo el autobús porque no encontraba mi paraguas — al final, en Belfast no hace falta si aceptas la llovizna. Nuestro conductor, Sean, saludaba a todos como si nos conociera de toda la vida (me llamó “amigo” antes de que me sentara). El autobús era sorprendentemente cómodo, nada que ver con lo que esperaba. Primera parada: el Castillo de Carrickfergus. Parecía casi de mentira bajo el cielo gris, como un decorado de película. Se mezclaba el olor salado del mar con el diesel de los barcos pesqueros cercanos. Unos niños locales lanzaban piedras mientras hacíamos fotos — uno nos saludó y gritó algo en irlandés que no entendí.
La carretera seguía la costa tan de cerca que parecía que en cualquier momento podríamos caer al agua. Pasamos por Cushendun, que Sean describió como “un lugar donde el tiempo se detiene a propósito”. Señaló una pequeña panadería con pan de soda recién hecho (me arrepiento de no haber comprado). Al llegar a los Dark Hedges, se creó un silencio extraño — todos callaron como si los árboles mismos lo pidieran. Las ramas se entrelazaban arriba de una forma que me hizo sentir pequeño y protegido a la vez. Una pareja delante intentó recrear una escena de Juego de Tronos, pero se rieron tanto que no lo lograron.
Giant’s Causeway… bueno, había visto fotos, pero nada te prepara para lo perfecto y extraño que son esas piedras. Puedes caminar sobre ellas sin barreras, y están frías y resbaladizas al tacto. Nuestro guía contó historias de gigantes enfrentados; al final, casi me lo creí. Nos recomendó saltarnos el centro de visitantes (“solo es una tienda de regalos”), así que pasamos más tiempo explorando fuera. Mis zapatos se empaparon, pero no me importó — estar allí con el viento en las orejas era una paz rara.
El Castillo de Dunluce fue la última parada, encaramado en su acantilado, desafiante ante el viento y la lluvia. Traté de imaginar cómo sería vivir allí hace siglos, solo con la niebla del mar como compañía. De regreso al Ayuntamiento de Belfast, el ambiente era más tranquilo — quizá cansancio o la sensación de haber vivido algo especial. Ver todos esos lugares en un día se queda contigo más tiempo del que imaginas.
Es una excursión de día completo que sale por la mañana desde el centro de Belfast y regresa por la tarde.
No incluye recogida en hoteles; el punto de encuentro está junto a la estación de autobuses y trenes Great Victoria Street en el centro de Belfast.
Se hacen paradas para fotos en los castillos de Carrickfergus y Dunluce; las entradas son opcionales y no están incluidas.
No, solo se incluye el acceso para caminar por Giant's Causeway; la entrada al centro de visitantes cuesta aparte y no la recomiendan los guías.
No se incluyen comidas; puedes llevar snacks o comprar algo en las paradas durante el recorrido.
Sí, los niños pueden participar; los bebés deben tener asiento reservado y se permiten cochecitos a bordo.
El tour requiere un nivel moderado de actividad física; hay que caminar por terrenos irregulares en sitios como Giant's Causeway.
Tu día incluye viaje en autobús de lujo moderno por la costa de Irlanda del Norte con comentarios en vivo de un guía local, paradas para fotos en los castillos de Carrickfergus y Dunluce, tiempo para explorar el pueblo de Cushendun y los Dark Hedges, además de acceso libre para caminar por Giant’s Causeway antes de volver al centro de Belfast cerca del Ayuntamiento por la tarde.
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