Salta desde acantilados en Cornwall al agua salvaje del Atlántico, trepa por rocas resbaladizas con guías expertos y nada por barrancos secretos cerca de la playa de Fistral en Newquay. Todo queda grabado en GoPro para que revivas cada salto, y tu neopreno te mantiene caliente aunque el corazón vaya a mil.
No sabía muy bien qué esperar del coasteering en Newquay. Había visto algunos vídeos: gente saltando de las rocas al mar, con sonrisas de locos. Pero allí, en la playa de Fistral, con el neopreno pegado a la piel y el viento que me lanzaba sal en la cara, todo se sentía mucho más real. Nuestro guía Sam repartió cascos y bromeó sobre el “valor de los cornish”, lo que hizo reír a todos menos a mí (que seguía mirando las olas). El neopreno, sorprendentemente, era calentito, como un abrazo húmedo de una foca.
Empezamos a trepar por esas rocas negras resbaladizas por las algas, mientras Sam nos señalaba los percebes y contaba cómo esta costa de Cornwall ha sido moldeada por tormentas durante siglos. El primer salto no fue muy alto, ¿dos metros? Pero el corazón me latía a mil mientras miraba abajo. “Solo lánzate”, me gritó alguien detrás, y lo hice. El agua estaba fría y burbujeante alrededor de mis oídos, pero la verdad es que fue adictivo. Luego seguimos escalando acantilados, deslizándonos por barrancos donde el agua olía a mar salado y fresco, y nadando por cuevas que resonaban con nuestras risas (y algún que otro taco nervioso). En un momento perdí una bota en una poza; Sam la pescó y me miró con una sonrisa como si eso pasara siempre.
Al acabar las tres horas, mis brazos estaban cansados pero a la vez ligeros. Todos estábamos empapados sobre las rocas cuando Sam nos mostró unas fotos de GoPro: una imagen borrosa mía en pleno salto, moviéndome como loco, que hizo reír a todos. Hay algo especial en verte hacer algo que no creías posible. De camino de vuelta a la playa de Fistral, con el neopreno chirriando y el pelo tieso por la sal, ya estaba pensando cuándo volvería a repetir. Esa mezcla de nervios y energía salvaje... aún recuerdo la vista desde arriba antes de saltar.
No necesitas experiencia previa, solo confianza en el agua y poder nadar 50 metros.
La actividad dura unas tres horas, incluyendo preparación y tiempo en el agua.
Sí, te dan todo: traje de neopreno de 5mm, casco, chaleco salvavidas, botas y guantes (en invierno).
Las fotos y vídeos con GoPro están incluidos para que tengas recuerdos sin coste extra.
En la base situada en la famosa playa de Fistral, a un paso del punto de inicio.
Si reservas solo, contacta antes; no hacen sesiones individuales pero te ayudarán a encontrar grupo.
La actividad está disponible todo el año; en invierno solo fines de semana con equipo extra cálido.
Debes poder nadar 50 metros con seguridad; se recomienda buena forma física por el esfuerzo de escalar y nadar.
Tu día incluye el uso completo de un neopreno de 5mm (más botas y guantes si hace frío), casco, chaleco salvavidas para seguridad en cada salto o baño, y fotos o vídeos con GoPro para que no te pierdas ni un momento salvaje por la costa de Cornwall.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?