Escala acantilados, nada en cuevas secretas y prueba saltos en aguas profundas en la costa salvaje de Newquay, siempre acompañado por guías locales amigables. Todo el equipo está incluido para que solo te preocupes de disfrutar y reír (y temblar) con tu grupo mientras exploras lugares que pocos ven de cerca.
Lo primero que noté fue el olor a sal en el aire — casi puedes saborearla antes de acercarte al agua. Nos encontramos con nuestro guía, Tom, que nos entregó los neoprenos, algo incómodos al principio (creo que me puse el mío al revés, pero nadie se rió). Éramos solo seis, más Tom y su amigo Li, que no paraba de sonreír como si supiera lo que venía. Los acantilados de Newquay se veían distintos desde ese ángulo — más afilados, más vivos de alguna manera.
Confieso que dudé en el primer salto. No era muy alto, pero cuando estás sobre ese agua azul verdosa que gira, el corazón se te acelera. Tom no apuraba a nadie. Solo dijo: “Haz lo que te parezca bien.” Así que vi a otro saltar primero (gracias por eso) y de repente estaba dentro — un choque frío, luego una calma extraña mientras flotábamos juntos en esa pequeña cala. El mar huele diferente cuando estás a nivel del agua. ¿Como a musgo? O quizás era mi neopreno.
Nadamos unos 25 metros entre las rocas — no mucho, pero suficiente para despertarte por completo. Las cuevas eran más oscuras de lo que esperaba; Li encendió su linterna y nos mostró marcas en las paredes donde los contrabandistas solían esconder cosas. Intentó enseñarnos una palabra en córnico para uno de los barrancos; todavía no la pronuncio bien. Hay algo en estar medio mojado y reír con desconocidos que te hace olvidar lo frías que están tus manos.
Al final, tenía las piernas como gelatina y las mejillas me dolían de tanto sonreír. No tienes que saltar si no quieres — Tom lo dejó claro desde el principio — pero, sinceramente, después de flotar entre esos remolinos y escalar rocas resbaladizas con todos animándonos, valió la pena intentarlo. Aún recuerdo esa última natación hacia la orilla — el sol bajando, todo más tranquilo salvo por nosotros chapoteando.
Debes poder nadar con confianza al menos 25 metros en aguas abiertas.
Sí, todo el equipo necesario está incluido en tu reserva.
Se recomienda tener una condición física moderada; no es apto para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Se requiere un mínimo de 2 personas por reserva; los grupos son pequeños para garantizar seguridad y diversión.
Explorarás cuevas de contrabandistas, barrancos rocosos, remolinos y tramos para nadar en la costa.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de encuentro.
Nunca tienes que hacer nada que no quieras; tu guía apoyará tus decisiones.
Tu día incluye guías profesionales y todo el equipo de seguridad necesario para el coasteering en Newquay — solo trae ganas (y quizás un poco de nervios). Estarás acompañado por guías locales cualificados en cada natación, escalada y exploración de cuevas.
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