Pedalea por los parques y palacios reales de Londres con un guía local que conoce cada atajo y anécdota. Para a sacar fotos en Big Ben y Kensington Palace, disfruta el bullicio de Trafalgar Square y quizá veas cisnes en St. James’s Park. Risas, sonidos de ciudad y momentos que recordarás mucho después de dejar la bici.
Lo primero que noté fue el sonido: el roce de las ruedas sobre el asfalto al salir desde el borde de Hyde Park, ese murmullo urbano mezclado con el canto de los pájaros. Nuestro guía, Sam (que creció en Camden), nos indicó formar una fila suelta y nos señaló la estatua de Peter Pan. Siempre pensé que Hyde Park era solo césped y corredores, pero hay una calma casi secreta bajo los árboles. El aire olía ligeramente a hierba recién cortada y castañas asadas de un carrito cercano — nada que esperara en pleno centro de Londres.
La siguiente parada fue Kensington Palace. Sam nos contó cómo la reina Victoria se escapaba de niña — lo narró como si hubiera pasado la semana pasada. Había familias haciendo picnic en los jardines, un par de niños persiguiendo palomas cerca de las rejas. Luego llegamos a Trafalgar Square — más bulliciosa, con charlas y clics de cámaras por todos lados. Alguien intentó dar de comer a una paloma justo a nuestro lado (algo que está prohibido), y todos nos reímos cuando un pájaro atrevido casi le roba el bocadillo a una de las chicas del grupo.
Pasar pedaleando por Westminster fue surrealista — claro, ves Big Ben en fotos, pero recorrerlo en bici es otra cosa. Las Casas del Parlamento se veían aún más imponentes con las nubes moviéndose sobre ellas. Sam soltaba datos curiosos — ¿sabías que hay una mini comisaría escondida en Trafalgar Square? Yo no. Al llegar a St. James’s Park, bajamos el ritmo para dejar pasar a unos cisnes (en serio), y me sorprendí sonriendo al ver que para los demás era algo normal.
Sigo recordando ese instante frente al Royal Albert Hall: el sol se asomó por un momento, iluminando el ladrillo rojo mientras alguien tocaba el violín cerca. No hacía un día perfecto, de hecho hacía algo de frío, pero eso lo hizo todo más auténtico. Las tres horas pasaron volando; las piernas cansadas pero la cabeza llena de historias que nunca habría descubierto por mi cuenta.
El recorrido dura unas 3.5 horas por la tarde.
Sí, el precio incluye la bici y el casco.
Visitarás Hyde Park, Kensington Palace, Trafalgar Square, Westminster, Big Ben y las Casas del Parlamento, Royal Albert Hall, St. James’s Park y Palace.
Se recomienda para personas desde unos 10 años o 150 cm de altura que puedan pedalear 15 km a ritmo moderado.
Sí, se pueden solicitar bicis junior (desde 134 cm y hasta 40 kg) y bicis con asiento para niños con antelación.
No incluye comida ni bebida; lleva lo que necesites.
No hay recogida en hotel; el punto de encuentro está cerca de Hyde Park.
No se recomienda para quienes tengan lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu tarde incluye el uso de una bici cómoda de ciudad y casco, además de la guía de un experto local mientras recorres los parques y monumentos más emblemáticos de Londres, para luego regresar al punto de inicio junto a Hyde Park.
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