Diseña y crea tu propia joya de plata en Ubud con la ayuda de artesanos locales: fundir, moldear, soldar y pulir hasta que brille. Manos a la obra (y quizás dedos pegajosos), risas por diseños imperfectos y snacks balineses en el camino. Te llevas no solo una joya, sino también una historia única.
No esperaba que el taller oliera a cáscara de coco quemada, pero resulta que es el combustible del pequeño horno. Apenas entramos, Wayan, nuestro guía y joyero desde niño, me entregó un cuadernito. “Dibuja lo que quieras”, me dijo sonriendo, así que intenté hacer un garabato de una hoja. Mis manos ya estaban pegajosas por la humedad y no paraba de emborronar la página. Se sentía como la escuela, pero más cálido, y todos se reían cuando mi dibujo salió torcido.
La parte de fundir fue increíble: ves cómo la plata pura se vuelve líquida bajo la llama, brillante y temblorosa. Wayan me dejó verterla en un molde, y juro que el corazón me latió más rápido sin razón. Las herramientas sonaban y raspaban sobre la mesa de madera mientras martillábamos la plata para darle forma (la mía quedó ovalada en vez de redonda, pero nadie se quejó). En un momento intenté decir “terima kasih” bien y una de las señoras mayores que nos ayudaba me regaló una sonrisa enorme — seguro lo dije mal, pero valoró el intento.
Limar y lijar llevó su tiempo. Se me entumecieron los dedos y quedó un olor metálico raro en la piel, incluso después de lavarme. Pero de repente la pieza parecía una joya de verdad: brillante, sólida, algo que usaría con orgullo. A mitad del taller nos dieron un snack pequeñito envuelto en hoja de plátano; dulce y pegajoso, reconfortante después de tanta concentración. Todo duró unas dos horas, pero el tiempo voló mientras trabajábamos codo a codo con quienes hacen esto a diario. Salir de nuevo al bullicio de Ubud con mi joya terminada en el bolsillo se sintió raro — como si me hubiera escapado un rato para crear algo especial en silencio.
La clase dura entre 1.5 y 3 horas, según tu ritmo y diseño.
Sí, te llevas a casa la pieza de plata que crees al final del taller.
No, no hace falta experiencia; los artesanos locales te guían en cada paso.
Todos los materiales y herramientas necesarios están incluidos en la reserva.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y apta para todos los niveles; los bebés pueden participar en cochecito.
Puedes usar hasta 7 gramos de plata; si usas menos, igual se cuenta como 7 gramos.
Durante la sesión te dan un snack y agua mineral.
El taller está en Ubud, con opciones de transporte público cercanas.
Tu reserva incluye todos los materiales y herramientas para crear tu joya de plata (hasta 7 gramos), la guía de joyeros locales expertos en cada etapa, agua mineral y un snack tradicional durante la sesión, además de Wi-Fi gratis para que compartas tus fotos antes de volver al bullicio de Ubud con tu pieza hecha a mano.
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