Sentirás el barro en la piel mientras recorres Ubud en ATV, verás monos jugar en templos antiguos y compartirás un almuerzo con nuevos amigos tras explorar las tallas del Templo Batuan. Risas, historias locales y momentos que guardarás mucho después de lavar el día.
“¿Seguro que quieres ir primero?” me sonrió el guía mientras me pasaba el casco. Ya se olía la tierra húmeda antes de arrancar los ATVs, ese aire verde y denso que se pega a la piel en Bali. El motor rugía bajo mí (más fuerte de lo que esperaba) y de repente estábamos en marcha, saltando entre arrozales tan verdes que casi me dolían los ojos. Hubo un túnel — oscuro y fresco — donde solté una risa que resonó raro. El barro volaba por todos lados. Mis zapatos quedaron perdidos tras cruzar el primer río, pero la verdad, no me importó.
Después de quitarme las botas llenas de barro (y darme cuenta de que tenía barro hasta en la oreja), nos limpiamos y fuimos al Bosque de Monos en Ubud. El lugar parecía medio salvaje: monos corriendo entre estatuas cubiertas de musgo, locales encendiendo incienso cerca de pequeños altares entre raíces de banyan. Nuestro guía Wayan señaló a una mamá mono acicalando a su cría — dijo que siempre están atentos a las comidas, así que mejor mantener la mochila cerrada. Olía a hojas mojadas y a algo dulce de las ofrendas del templo. Intenté decir “terima kasih” y Wayan se rió — seguro lo dije fatal.
La última parada fue el Templo Batuan, que parecía de otro mundo con sus puertas talladas y paraguas negros y dorados moviéndose con la brisa. Vimos a algunos vecinos llevando cestas de fruta para las oraciones. La piedra estaba fría cuando apoyé la mano (a veces lo hago sin darme cuenta). El almuerzo fue sencillo pero delicioso: arroz, satay de pollo y un sambal picante que me sorprendió — para bien. Sentados ahí, todos todavía sacándonos barro del pelo… sí, todavía recuerdo esa vista sobre los campos.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en la reserva.
La aventura en quad está a unos 20 minutos al norte del centro de Ubud.
La edad mínima para conducir solo es 16 años.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Sí, se ofrece un almuerzo local tras visitar el Templo Batuan.
Niños de 9 a 15 años pueden ir como pasajeros acompañados por un adulto.
Te darán casco y botas; prepárate para ensuciarte, usa ropa que no te importe manchar.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, todas las entradas y seguro, casco y botas para el paseo en quad (más duchas al final), guía local durante toda la aventura y un almuerzo tradicional balinés antes de volver limpio pero con una sonrisa por alguna anécdota divertida en el camino.
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