Si quieres sentir el verdadero espíritu de Varanasi —desde los rituales al amanecer en el río hasta los callejones y las oraciones al atardecer— este tour lo abarca todo en un solo día. Descubrirás historias locales y rincones ocultos que la mayoría de visitantes no conoce.
El aire fresco de la mañana junto al río me acariciaba el rostro cuando llegamos a Dashashwamedh Ghat justo antes del amanecer. Nuestro guía, Amit, nos mostró cómo los sacerdotes ya preparaban los primeros rituales del día: el humo del incienso flotaba a nuestro alrededor, mezclándose con el aroma de la piedra húmeda y el chai de un vendedor cercano. Había visto fotos antes, pero nada se compara con estar ahí mientras la ciudad despierta lentamente. La gente se movía en silencio: algunos peregrinos se sumergían en el agua, otros simplemente se sentaban en los escalones mirando cómo el cielo se teñía de rosa sobre el Ganges.
Subimos a un bote de madera para un paseo tranquilo a lo largo de los ghats. Apareció Kedar Ghat, un poco menos concurrido que Dashashwamedh pero lleno de vida. Observé a familias riendo mientras se salpicaban, y a un anciano con túnica color azafrán que canturreaba suavemente para sí mismo. El sol ya estaba más alto; se sentía su calor en la espalda mientras una brisa traía ecos de campanas de templo y voces lejanas.
Manikarnika Ghat era distinto: más silencioso en cierto modo, pero intenso. Las hogueras ardían constantes; nuestro guía explicó con respeto y sinceridad cada paso del proceso de cremación. Es algo que no se olvida fácilmente: el aroma a sándalo en el aire, la gente moviéndose con propósito y esa sensación de tradición profunda en cada rincón.
Después, nos perdimos por callejones estrechos, tan angostos que a veces tuve que girar el cuerpo para dejar pasar una moto. Entramos en dos templos: uno vibrante con devotos ofreciendo caléndulas, otro escondido tras un puesto de chai donde los locales charlaban sobre resultados de cricket. En la Universidad Hindú de Banaras, los estudiantes descansaban bajo árboles banyan; parecía otro mundo comparado con la bulliciosa orilla del río.
Al caer la tarde, regresamos a Dashashwamedh para el Aarti nocturno en el Ganges. La multitud se apretaba: turistas con cámaras junto a familias encendiendo diyas (pequeñas lámparas de aceite). Cuando los sacerdotes comenzaron sus oraciones, agitando grandes lámparas de bronce en círculos sobre el agua, todos guardamos silencio por un instante. Me sorprendí conteniendo la respiración: fue un momento realmente poderoso.
La caminata es tranquila y con muchas pausas. Algunos escalones en los ghats son empinados, pero nuestro guía ayuda a todos durante el recorrido.
Se permite fotografiar en la mayoría de los ghats, pero no en Manikarnika Ghat por respeto a las tradiciones locales.
Lo mejor es ropa cómoda que cubra hombros y rodillas para los templos y las calles antiguas. Hay que quitarse los zapatos al entrar en los templos.
Este tour incluye transporte privado por toda Varanasi, paseo guiado en barco por los ghats principales, entrada a templos importantes y un guía local que comparte historias que no encontrarás en ningún libro.
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