Si quieres conocer Manali más allá de las multitudes habituales—conocer a los locales, probar comida casera y caminar por bosques que la mayoría de visitantes nunca descubre—esta excursión es para ti. Es relajada, auténtica y te da un verdadero sabor de la vida en la montaña.
El aire de la mañana en las colinas de Manali es fresco, casi cortante. Partimos desde el borde de Old Manali, siguiendo un sendero estrecho que serpenteaba entre huertos de manzanas y algún que otro perro ladrando. Nuestro guía, Rajesh, creció aquí; señaló una casa de madera con tejas de pizarra y explicó cómo las familias aún usan leña para calentarse. Se podía oler—húmedo y dulce, flotando desde las chimeneas.
Entramos en una cocina diminuta donde nuestros anfitriones ya estaban ocupados. El chai hervía en la estufa y yo intenté hacer siddu (un pan local). El almuerzo fue sencillo pero contundente: arroz rojo, rajma y chutney ácido. La familia hablaba del clima—al parecer, había llovido fuerte la noche anterior, así que el bosque estaría húmedo. Aquí realmente se siente cómo el tiempo se desacelera.
La caminata después del almuerzo nos llevó por bosques de pino que parecían intactos. No había otros turistas—solo nosotros y el sonido de un pájaro carpintero en lo alto. El suelo estaba blando bajo los pies, un poco resbaladizo por la lluvia de la noche. Cuando finalmente llegamos a la cresta para acampar, se veía todo Manali abajo—casas diminutas dispersas entre laderas verdes. La cena se cocinó sobre un pequeño fuego y, sinceramente, nada sabe tan bien como el dal comido al aire libre con el aire frío de la montaña rozando las mejillas.
Sí—es principalmente una caminata suave con muchas pausas. El sendero puede estar embarrado si ha llovido recientemente, pero nuestro guía ayuda a todos durante el recorrido.
Disfrutarás platos tradicionales himachalis como siddu (pan al vapor), rajma (frijoles rojos), arroz rojo y chutneys caseros—todos preparados por familias locales.
¡No es necesario! Las tiendas y el equipo básico para dormir están incluidos en el campamento en la cresta. Solo trae ropa abrigada—por la noche hace frío.
Tu transporte privado está organizado ida y vuelta. Todas las comidas—desayuno, almuerzo con locales y cena en el campamento—están incluidas. Guías locales te acompañan en cada paso. Solo trae tu curiosidad (y quizá un suéter extra).
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