Saborea Old Delhi con este paseo gastronómico y cultural: hasta 15 platillos, chai en el mercado Khari Baoli, paseos en rickshaw por mansiones antiguas y relatos de un guía local que te acompañarán mucho después.
Alguien me entrega una taza de barro humeante antes de que siquiera note que tengo hambre. El chai huele a cardamomo y a algo más ahumado, tal vez sea el aire cargado de tráfico matutino y el aroma de la masa friéndose. Nuestro guía, Amit, me sonríe por encima del hombro. “Primer desayuno”, dice, y me hace reír porque ya habíamos picado algo hojaldrado en la esquina. Intento recordar el nombre, pero se me escapa entre el ruido de bocinas y voces. Aquí no hay prisa, solo un caminar pausado entre tiendas donde los hombres amasan o gritan precios por azafrán y frutas secas apiladas.
Nos refugiamos bajo toldos bajos para entrar en Khari Baoli, el mercado de especias del que todos hablan pero que dentro parece un secreto. Mi nariz pica un poco por el polvo de chile, pero Amit insiste en que probemos un té con jengibre; nos cuenta historias de su abuelo trabajando en estas mismas callejuelas. En un momento, una anciana se ríe de mi pronunciación (desisto tras tres intentos) y me ofrece un dulce envuelto en hoja plateada. Se derrite al instante; no sé si me gusta, pero me lo termino igual. Este paseo por Old Delhi es más que comida: son personas que rozan tu hombro, niños que se escabullen entre carritos y el ruido del rickshaw mientras nos apretujamos para llegar a Chandni Chowk.
Perdí la cuenta después del noveno platillo: hubo un guiso de lentejas por ahí, luego pollo a la parrilla chisporroteando sobre brasas mientras alguien recitaba poesía detrás de nosotros (o al menos eso dijo Amit). La luz de la tarde tiñe de dorado las antiguas mansiones mientras caminamos por una calle con puertas desgastadas; él señala las agujas del templo Jain que asoman entre los techos. Hablamos de familias que llevan generaciones atendiendo estos puestos. Mis dedos ya están pegajosos por los dulces almibarados. Sigo pensando en esa vista hacia el Fuerte Rojo: tanto ruido abajo, pero a la vez una calma extraña.
Durante el paseo probarás entre 13 y 15 platillos diferentes.
Sí, hay una opción vegetariana para el desayuno tradicional.
Durante el recorrido podrás montar en rickshaw o tuk-tuk en ciertos tramos.
Sí, todos los tickets y tarifas están cubiertos en la reserva.
La ruta incluye Chandni Chowk, el mercado de especias Khari Baoli, la zona de Deer Park y mercados tradicionales antiguos.
Debes avisar con anticipación si tienes alguna alergia alimentaria.
La experiencia ofrece varias degustaciones que suman una comida completa, no un almuerzo formal.
Un guía local que también es narrador te acompaña durante todo el recorrido.
Tu día incluye todos los snacks y bebidas durante el paseo (hasta 15 degustaciones), agua embotellada cuando quieras, entradas a los sitios del recorrido y divertidos paseos en rickshaw o eléctrico por las calles animadas de Old Delhi, todo guiado por un amigo local que conoce cada atajo y cada historia que vale la pena contar.
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