Recorre Delhi Vieja y Nueva en un coche privado con tu propio guía: pasea en rickshaw por Chandni Chowk, disfruta el silencio en el Templo del Loto, respira el aroma de especias en Khari Baoli y camina descalzo por los suelos de Jama Masjid. Risas, historias locales, recogida y regreso al hotel, todo en un día inolvidable.
Lo primero que recuerdo es el tintineo de la campana del rickshaw cortando el ruido de bocinas y voces en Chandni Chowk. Nuestra guía, Ritu, nos invitó a subir al estrecho asiento —dijo que es la única forma de sentir el verdadero latido del Viejo Delhi. El aire estaba impregnado de cardamomo y algo frito (nunca supe qué), y en cada esquina alguien vendía caléndulas o gritaba precios. Me agarré fuerte mientras esquivábamos vacas y scooters; Ritu se reía y señalaba una pequeña puerta donde su abuela solía comprar especias. Era como estar dentro de una historia que no se detiene por los turistas.
Habíamos empezado temprano en Qutub Minar —la verdad, no esperaba que las tallas en piedra fueran tan detalladas de cerca. La luz del sol iluminaba grabados antiguos y había un silencio especial, a pesar de los niños corriendo alrededor. Más tarde, en el Templo del Loto, todos guardaron silencio sin que nadie lo pidiera —es uno de esos lugares que imponen calma. El mármol estaba fresco bajo mi mano. La tumba de Humayun se veía distinta a las fotos —quizá más roja, o tal vez era el polvo con la luz de la tarde. Nuestro conductor nos ofrecía botellas de agua fría; un detalle pequeño, pero que agradecí mucho conforme subía el calor.
Creo que mi momento favorito fue estar descalzo en Jama Masjid mientras las palomas revoloteaban sobre nosotros. Había incienso cerca y un niño me sonrió cuando intenté atarme el zapato con una mano (no fue mi mejor momento). También paramos en el Gurudwara Sis Ganj Sahib —los voluntarios servían comida dentro, y Ritu explicó que cualquiera puede comer allí, sin importar su origen. Eso me quedó grabado más que cualquier monumento.
Cuando pasamos junto a las murallas del Fuerte Rojo —con el sol bajando y tiñendo todo de dorado— me di cuenta de que habíamos recorrido mucho sin prisa. Quizá eso es lo que hace tener un guía local: te regala historias, no solo datos. Delhi no es ordenada ni sencilla; es ruidosa, llena de capas y a veces abrumadora —y todavía escucho ese tintineo del rickshaw mucho después de irnos.
El tour dura entre 4 y 8 horas, según lo que prefieras.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel o aeropuerto dentro de Delhi.
Visitarás Qutub Minar, Templo del Loto, Tumba de Humayun, India Gate, Chandni Chowk en rickshaw, Jama Masjid, mercado de especias Khari Baoli, Fuerte Rojo (por fuera) y dos templos sij.
No, no se incluye almuerzo tradicional, pero te proporcionan agua mineral durante todo el día.
Sí, el itinerario es flexible dentro de Delhi Vieja y Nueva según tus intereses.
Si eliges esa opción al reservar, todas las entradas están incluidas.
Sí, es accesible para sillas de ruedas y hay asientos para bebés bajo petición.
Sí, un guía experto y local te acompañará durante todo el recorrido en el idioma que prefieras.
Tu día incluye transporte privado en coche con aire acondicionado y conductor amable, recogida y regreso al hotel o aeropuerto dentro de Delhi, entradas a monumentos si se seleccionan, guía local experto en cada parada en tu idioma, todos los gastos de estacionamiento, combustible e impuestos cubiertos por ellos, un clásico paseo en rickshaw por las callejuelas del Viejo Delhi (¡agárrate fuerte!), y abundante agua mineral para que no te falte hidratación antes de volver a tu hotel o donde prefieras terminar.
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