Al bajar del avión en Budapest verás tu nombre en un cartel — sin dudas ni búsquedas de taxis. Un conductor local te espera justo después de recoger el equipaje, te ayuda con las maletas y te lleva directo a tu hotel en un coche privado. Es tranquilo, cómodo y da la sensación de que alguien te cuida desde el primer momento.
Confieso que estaba un poco nervioso antes de aterrizar en Budapest — ciudad nueva, vuelo nocturno, esa sensación de medio dormido tras tantas horas en el aire. Pero en cuanto pasé por recogida de equipaje, ahí estaba ella: una anfitriona con un cartel con mi nombre (bien escrito, lo que me dio una tranquilidad extra). Me sonrió y me hizo señas para que me acercara — de verdad, fue un alivio no tener que buscar entre la multitud o preguntarme a dónde ir.
El conductor me escribió por WhatsApp justo antes de que aterrizara (casi no lo veo porque estaba liado con la tarjeta SIM), así que cuando nos vimos en la oficina de INTERCHANGE en llegadas todo fue súper fluido. El coche estaba impecable y fresco por dentro — ese primer soplo de aire acondicionado después del calor del aeropuerto lo recuerdo perfectamente. Charlamos un poco sobre la ciudad; me fue señalando algunos edificios mientras entrábamos a Budapest. Incluso me preguntó si quería parar a comprar agua o algo para picar, porque mi vuelo había llegado tarde. Eso no lo consigues con un taxi cualquiera, ¿verdad?
La verdad, no esperaba mucho de un traslado desde el aeropuerto, pero esos detalles hicieron que fuera más personal. Nada de esperar a otros pasajeros ni apretujarse en una lanzadera con desconocidos y maletas clavándote en las rodillas. Directo a la puerta del hotel mientras las luces de la ciudad iban pasando. Si viajas con niños o necesitas ayuda extra (vi que tenían sillitas infantiles listas), es mucho menos estrés para todos. La próxima vez ni me molesto en buscar otra opción.
Tu anfitriona te esperará en la oficina INTERCHANGE en llegadas, con un cartel con tu nombre tras la recogida de equipaje.
Es un traslado completamente privado, sin compartir con otros pasajeros.
Sí, hay un asiento infantil disponible sin coste adicional si lo solicitas.
Sí, se monitorean los vuelos y se ofrece tiempo de espera gratuito tras el aterrizaje.
Sí, los traslados funcionan las 24 horas, todos los días de la semana.
Sí, todas las opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Puedes llevar una maleta y un equipaje de mano por persona; consulta si llevas objetos voluminosos.
La reserva debe hacerse al menos 12 horas antes de la llegada para garantizar disponibilidad.
Tu reserva incluye un traslado privado de ida desde el aeropuerto de Budapest directamente a tu hotel o dirección, en un vehículo con aire acondicionado. Incluye todos los impuestos y tasas, además del servicio de recepción personalizada: tu conductor te ayudará con el equipaje y estará pendiente de cualquier retraso en tu vuelo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?