Conocerás a tu guía justo afuera del terminal de cruceros en Roatán antes de dirigirte al este para un día que mezcla vida local y aventura: deslizarte en bote por los manglares de Oak Ridge, cabalgar junto al mar y luego hacer snorkel en una playa tranquila. Risas, aire salado y momentos que reflejan el ritmo diario de la isla—un día donde Roatán se siente cercano.
No esperaba empezar el día riéndome de mi propio español—nuestro guía, Marlon, sonreía mientras yo intentaba decir “botella de agua” y él me la pasaba sin más. Apenas habíamos salido de Coxen Hole cuando la isla empezó a cambiar fuera de la ventana: menos bullicio de cruceros, más verde salvaje. El aire se sentía más denso, dulce y salado a la vez. Al llegar a Oak Ridge, parecía que habíamos entrado a otro mundo—casas sobre pilotes en el agua, niños saludando desde muelles estrechos. Marlon señaló el bote de pesca de su primo (que según él siempre se descomponía) antes de subirnos a una lancha de madera para el tour por los manglares.
El paseo por esos túneles fue más tranquilo de lo que imaginaba. Solo el zumbido suave del motor y el chapoteo del agua bajo nosotros. Los manglares hacían que todo se sintiera muy cerca—las ramas casi rozaban mi hombro si me asomaba demasiado. Olía a tierra mojada, hojas y sal. Marlon nos contó que aquí la gente usa esos botes a diario, no solo para tours, sino para hacer compras o llevar a los niños a la escuela. En un momento dejé de tomar fotos y me dediqué a ver cómo la luz se colaba entre ese enredo verde.
Después vino la cabalgata por un sendero arenoso cerca de la orilla—mi caballo se llamaba Luna y parecía más interesada en comer que en trotar. El sol se asomó un rato y se veía el agua azul hasta el horizonte. Luego cambiamos la silla por el snorkel; no soy experto, pero aun con las gafas empañadas vi destellos de peces amarillos nadando bajo mí. Hubo un instante flotando ahí donde todo se quedó en silencio salvo mi respiración—una sensación de pequeñez muy agradable.
Terminamos de regreso en la orilla, con arena en los zapatos y el pelo mojado de sal, compartiendo historias con Marlon sobre la vida en la isla frente al bullicio de los cruceros. A veces sigo pensando en ese tranquilo paseo por los manglares—algo tan normal para los locales pero tan extraño y pacífico para mí. Si buscas algo auténtico en Roatán, esta excursión combinada te muestra un lado que pocos conocen.
Sí, el transporte ida y vuelta está incluido desde los terminales de cruceros Coxen Hole y Mahogany Bay.
Los tiempos varían, pero tendrás suficiente para el tour en bote por los manglares, la cabalgata cerca de la playa y el tiempo para snorkel.
No, no se requiere experiencia; los guías ayudan a principiantes en ambas actividades.
El tour por los manglares es en el pueblo de Oak Ridge, en el este de Roatán.
No se menciona almuerzo incluido; te recomendamos llevar algún snack si lo necesitas.
Sí, pero la tarifa de adulto aplica para mayores de 5 años; los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte.
Usa ropa cómoda y casual apta para montar a caballo y nadar; lleva protector solar y quizá un cambio de ropa seco.
Tu día incluye recogida justo afuera del terminal de cruceros (Coxen Hole o Mahogany Bay), guía local en inglés durante toda la excursión, transporte en van con aire acondicionado por el este de Roatán, agua embotellada para mantenerte fresco, Wi-Fi a bordo para compartir fotos al instante, todo el equipo necesario para snorkel y cabalgata, y ese relajante paseo en bote por los manglares antes de regresar al puerto.
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