Recorre las calles vibrantes de Malabo antes de adentrarte en la selva hasta la cima de Pico Basile — siente el aire fresco de la montaña y avista aves únicas en el camino. Haz una pausa para disfrutar las vistas desde el estadio de Rebola y pasa por el histórico Santiago de Baney al regresar. Esta excursión de un día deja más que fotos: se queda en los detalles y en los momentos de silencio.
Ya estábamos entre el tráfico de Malabo cuando nuestro conductor, Carlos, señaló los antiguos puestos del mercado — se reía diciendo que primero hueles los plátanos antes de verlos. La ciudad quedó atrás rápido. No esperaba que todo se volviera tan verde de repente, como si alguien hubiera cambiado la paleta de colores de la isla. Paramos un rato en Rebola — hay un estadio de fútbol desde donde se ve Malabo extendida abajo. Los niños jugaban descalzos, gritándose en español y fang. Parecía que todos se conocían allí.
La subida a Pico Basile fue más lenta de lo que imaginé — no por el camino (que está bien), sino porque no parábamos de detenernos a mirar cosas. Nuestra guía, Li, señaló un ave cuyo nombre olvidé al instante (perdón, Li). El aire cambió al subir; se volvió más fresco y olía a musgo, como piedra mojada después de la lluvia. Arriba — a 3.011 metros — reinaba un silencio extraño, solo roto por el viento y algunos pájaros que cantaban desde lo profundo del bosque. Se veía toda la isla de Bioko a nuestros pies, con el Atlántico al fondo. En un día despejado (tuvimos suerte), hasta se puede distinguir África continental en la lejanía. A veces todavía recuerdo esa vista.
Al bajar de Pico Basile, pasamos por Santiago de Baney — colinas empinadas por todos lados y una iglesia antigua que parecía guardar mil historias si la escuchabas con atención. Carlos bajó la velocidad para que pudiéramos tomar una foto rápida; nos contó que su abuela vivía cerca y que de niña caminaba esas colinas. Hay algo en escuchar recuerdos locales que hace que un lugar se quede contigo más que cualquier foto.
Pico Basile alcanza los 3.011 metros sobre el nivel del mar.
Sí, el transporte en vehículo con aire acondicionado está incluido.
Sí, se para en Rebola para ver la ciudad y se pasa por Santiago de Baney.
Se incluye agua embotellada para los viajeros durante la excursión.
Los bebés son bienvenidos, pero deben ir en el regazo de un adulto o en cochecito.
Es posible avistar plantas endémicas y aves exóticas alrededor de Pico Basile.
No, solo se proporciona agua embotellada, no se menciona almuerzo.
No se recomienda para viajeros con problemas cardiovasculares.
El día incluye recogida en vehículo con aire acondicionado desde Malabo, abundante agua embotellada durante el recorrido, paradas en Rebola para vistas panorámicas de la ciudad, tiempo en la cima de Pico Basile para explorar su flora y fauna con un guía local que comparte historias, además de un paseo por Santiago de Baney antes de regresar a la ciudad.
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