Montarás caballos tranquilos rescatados por los campos de lava del volcán Pacaya, harás una parada para tomar algo en un pueblo local y verás a tu chef privado preparar pizza sobre brasas volcánicas. Cada paso te conectará con la naturaleza y la comunidad, y te llevarás mucho más que fotos.
Nos encontramos con nuestros guías al borde del volcán Pacaya — los caballos ya esperaban, mordisqueando tranquilos. Nunca había estado tan cerca de un volcán activo, y menos aún a caballo. El aire olía a humo suave, mezclado con ese aroma terroso de las plantas de café que cruzamos al inicio. Nuestro guía, Carlos, nos contó que cada caballo sostiene a una familia aquí. El mío se llamaba “Chispa” y le dio una caricia suave. Al principio estaba nerviosa (hace años que no montaba), pero Chispa avanzaba con calma, como si conociera el camino de memoria.
El sendero serpenteaba entre campos de lava negra que crujían bajo los cascos — casi como pisar pan tostado quemado. El silencio era extraño, solo roto por el viento y algún que otro canto de pájaro. En un momento paramos en una pequeña tienda de un pueblo; alguien me ofreció una cerveza fría y sonrió cuando intenté hablar con mi español básico. El paseo no tenía prisa — podíamos ir despacio o acelerar si queríamos (yo preferí ir despacio). Carlos señaló dónde terminó la última erupción hace tres años; aún se veía vapor saliendo en algunos puntos.
No esperaba que el almuerzo fuera todo un espectáculo. Había una mesa puesta sobre las rocas de lava, y nuestro chef empezó a preparar pizza — sí, pizza de verdad — sobre brasas ardientes del volcán. La masa quedó con un sabor ahumado que todavía recuerdo. También probamos platillos mayas, todo cocinado ahí mismo mientras tomábamos vino y veíamos las nubes pasar sobre la cima del Pacaya. Alguien bromeó con la “pizza a domicilio de lava”. Éramos solo nosotros, los guías y esos caballos rescatados que miraban con esperanza por alguna migaja.
Al bajar, sentí una gratitud extraña — no solo por la comida o las vistas, sino por esa sensación de comunidad que se respiraba. Hasta Chispa parecía orgullosa de sí misma. Es difícil de explicar, pero si buscas una excursión desde Antigua o Ciudad de Guatemala que sea diferente (y que ayude a personas y animales), este paseo a caballo por el volcán Pacaya es justo lo que necesitas.
Sí, el tour incluye transporte privado.
Sí, se adaptan las comidas a dietas vegetarianas, veganas o sin gluten si avisas con anticipación.
El trayecto suele durar entre 1 y 1.5 horas desde cualquiera de las dos ciudades.
No se permiten niños menores de 6 años por razones de seguridad.
Las bebidas alcohólicas se sirven solo a mayores de 21 años; los menores reciben opciones sin alcohol.
Incluye una comida gourmet con platillos mayas y pizza cocinada sobre lava caliente.
El recorrido lo lideran guías certificados por INGUAT y vaqueros expertos en la zona.
Sí, son caballos rescatados bajo el cuidado de Horse Rescue Guatemala; las ganancias ayudan a su manutención y a familias locales.
Tu día incluye transporte privado desde tu hotel, caballos rescatados y tranquilos adaptados a tu nivel, guías certificados por INGUAT y vaqueros anfitriones, paradas en pueblos locales (con bebidas incluidas) y un brunch gourmet con comida maya y pizza hecha sobre lava caliente, todo antes de regresar cómodo a casa.
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